Jaime Mañalich: “El modelo de Isapres como lo entendemos hoy es la crónica de una muerte anunciada”
Para el académico de la Universidad de Los Andes, las aseguradoras ya tocaron fondo, al obtener utilidades mínimas para su “supervivencia”.
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No se logran poner de acuerdo: mientras el Ministerio de Salud asegura que el proyecto de reforma de Isapres será presentado por el Ejecutivo a fines de año, para el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ésta no se encuentra dentro de las prioridades del gobierno. Pero la señal que realmente preocupó al ex ministro de Salud y actual académico de la Universidad de Los Andes, Jaime Mañalich, es que la Presidenta Bachelet no se refiriera a la materia en la última Cuenta Pública del 21 de mayo, algo que “transparenta que no hay reforma de salud”.
-¿Qué le pareció que hubiera pocos anuncios sobre Salud?
-La Presidenta hizo su programa de gobierno, y siempre hay cosas que sacrificar, ya que los dineros y el tiempo no alcanzan para hacer mucho en los cuatros años que dura el gobierno. Y en ese sentido, ya se involucró en un programa de gobierno extraordinariamente ambicioso, muy reformista, y desde luego Salud pasó a pérdida...eso era una cosa sabida. Era evidente que no iba a ocurrir nada importante y lo que vemos es que se ha cumplido esta profecía.
¿Es difícil hacer una reforma? Ustedes también lo intentaron.
-Es muy difícil, requiere de un acuerdo político entre los actores -que ya en esta segunda mitad de este gobierno es imposible de lograr-; es obvio que un nuevo acuerdo para concretar una reforma será trasladado al siguiente gobierno.
-Las Isapres seguirán en la incertidumbre entonces...
-El modelo Isapre, como lo entendemos hoy, es la crónica de una muerte anunciada.
Que el superintendente busque las responsabilidades administrativas o financieras, de la misma manera como lo hace con las Isapres, con Fonasa, donde está asegurado el 80% de la ciudadanía. Tenemos un regulador que se dedica a cuidar los intereses de la gente de mayor ingreso del país, y no una que fiscaliza a Fonasa por los ciudadanos que se atienden en el sector público.
- ¿Esto pese a que el ministro de Hacienda dio apoyo a las Isapres?
-Ésa es una declaración voluntarista, porque los hechos se contradicen con lo que dijo. Lo que hace es decir que no aprobarán una legislación que cree un seguro único manejado por el Estado, porque Chile no tiene las arcas financieras para asumir eso.
-Mientras, sigue la judicialización...
-Hay una certeza jurídica, y que tomó la Corte Suprema, en un auto acordado en el que dijo que cada vez que llegue un requerimiento de la Corte de Apelaciones, se fallará a favor de los beneficiarios, y eso significa, en la práctica, una industria de abogados que genera ingresos prácticamente por no hacer nada.
-¿Qué se debería hacer?
-Bastaría que la Suprema dejara en libertad de acción a las Cortes de Apelaciones para que emitan sus dictámenes, que tienen que analizar en cada mérito. Además, las costas que han fijado son excesivas para el trabajo involucrado por los estudios.
Por supuesto la corrección definitiva debería ser por una nueva legislación, que el gobierno tiene frenada, porque esto es un proyecto de ley que ya pasó la Cámara de Diputados y que está parado en la comisión de Salud del Senado. Ahí podrían demorarse un mes en despacharlo para tener una ley que resolviera el problema.
-¿Cómo ve la relación entre judicialización y los índices financieros de las Isapres?
-Estamos tocando fondo, en el sentido que hay Isapres que tuvieron utilidades mínimas para su supervivencia, y yo me atrevería a decir que es probable que se haya forzado la mano, en una suerte de maquillaje de esos resultados, porque si uno escarba a fondo, probablemente hay costos o gastos que pasaron al otro periodo y que si lo transparentáramos habrían mostrado algunas de estas compañías en números rojos.
-Las Isapres también reclaman porque las mutuales no están integradas al Sistema de Licencia Electrónica
-La LME es de una utilidad absoluta en los tiempos modernos, pero hay dos actores que se van a oponer a que esto ocurra. En primer lugar, los médicos que emiten licencias en papel y que están sujetos a un control muy leve, lo que da un margen para que algunos hagan fraude, un negocio. Y en el segundo lugar, las mutuales de seguridad, ya que evidentemente en la media que está estructurado el sistema de medicina del trabajo, castigando a aquellos empleadores que tienen un exceso de licencias o de enfermedades laborales subiéndole la prima hay un incentivo perverso para que sea Fonasa y las Isapres las que subsidien el sistema de las mutualidades en Chile.
-¿Cómo se soluciona eso?
-Se requiere de una voluntad política para hacerlo, pero yo creo que aquí ha y un tema estructural que los incentivos puesto en un sistema son completamente distintos al otro lo que hace que se generen subsidios cruzados en los cuales Fonasa y las Isapres terminan pagando las licencias médicas.