desde Leipzig, Alemania
El Gobierno aprovechó la Summit 2025 International Transport Forum en Leipzig, Alemania, para buscar capital para su mayor apuesta portuaria: el puerto exterior de San Antonio, que demanda en total US$ 4.000 millones.
Paola Tapia, en su rol de directora de dicha empresa, dijo que “el financiamiento total del proyecto tiene una composición que es pública: estamos hablando de más de US$ 1.500 millones, que se traducen en una primera etapa en un financiamiento que se está haciendo a través de la CAF, que es el Banco Latinoamericano de Desarrollo”.
Los recursos de la entidad bancaria ascienden a US$ 150 millones y de ahí la necesidad de contar con más capital.
“No tenemos ningún sesgo respecto al origen de las empresas invitadas a participar del proyecto.”
La directiva reseñó que en Summit 2025 International Transport Forum “tuvimos reuniones con el Banco Mundial, con el Banco Interamericano de Desarrollo y con la CAF, especialmente en este tema”, así como con otras entidades. Además, “no nos cerramos a la posibilidad de que en el futuro también haya otras bancas interesadas… Tengo entendido que está bien activo en esta instancia el Asia Infrastructure Investment Bank”, dijo la ex ministra de Transportes.
La iniciativa recibió manifestaciones de interés (RFI, en sus siglas en inglés) de 59 compañías y se seleccionó, en enero de este año, a 34 empresas para pasar a la fase siguiente, que son las que deben desarrollar la parte privada del proyecto, que demanda US$ 2.500 millones.

Paola Tapia, directora de Puerto de San Antonio. Foto: Julio Castro
“Estamos ahora en la entrega de las bases de licitación y se espera obviamente avanzar a un ritmo tal de recibir las ofertas en el mes de enero (2026) y ahí adjudicar”, detalló Tapia, quien espera tener la resolución de calificación ambiental de la iniciativa durante este año.
De las pre-seleccionadas, hay cinco empresas chilenas; cinco de América, incluyendo firmas mexicanas, argentinas, brasileñas y de EEUU; nueve asiáticas (China, Corea y Emiratos Árabes Unidos), así como 15 europeas (de España, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Francia, Portugal).
La ex ministra de Transporte enfatizó que, aún en el contexto de la guerra comercial y la presión de EEUU por disminuir la presencia de China en América Latina, “en esta materia nosotros hemos sido muy abiertos en la política de expansión de una obra de esta naturaleza” y “no tenemos ningún sesgo respecto al origen de las empresas invitadas a participar del proyecto”.
Tapia explicó que “el objetivo principal de este proyecto es evitar la futura congestión portuaria en la macrozona central y de esa forma responder adecuadamente a la creciente demanda de infraestructura que existe en esta materia”.
Puerto San Antonio, aclaró, tendrá la capacidad de transferir hasta seis millones de TEUS anuales y permitirá recibir los portacontenedores de última generación, que tienen 400 metros de eslora. Y aunque potenciará los viajes hacia y desde Asia, precisó que todas las rutas se verán beneficiadas con el ampliado terminal.
“La ubicación estratégica de Chile en el mundo y en particular de San Antonio, es un valor que tenemos que aprovechar y por lo tanto, principalmente, (la expansión del puerto) lo que va a permitir es hacernos cargo de una demanda por infraestructura portuaria que no sólo tiene que ver con Chile, sino también con la conexión que existe desde Asia hasta el canal de Panamá”, detalló.
Por esas características, la ex secretaria de Estado y actual directora de Transporte Público Metropolitano estimó que el terminal chileno no compite con el megapuerto peruano de Chancay, que es operado y controlado por la china Cosco Shipping Ports, un factor que ha inquietado a las autoridades estadounidenses.
“Son puertos que se pueden complementar porque el nivel de demanda que existe para la región es importante y, por lo tanto, vemos con buenos ojos el desarrollo de la región”. Agregó que “en el fondo (estas nuevas inversiones) hacen a Latinoamérica en un mercado mucho más competitivo en rutas”.