Tener
información privilegiada de una de las mayores compañías tecnológicas a nivel
mundial puede ser muy tentador, o por lo menos puede que lo fuera para Paul
Shin Devine, ejecutivo de la dirección de compras de Apple acusado de vender
secretos industriales a proveedores asiáticos.
Según el
diario The Wall Street Journal, Shin Devine recibió más de US$ 1 millón desde
2006 de parte de seis industriales chinos, surcoreanos y singapurenses, según
los primeros indicios de la investigación.
Paul Shin
Devine, de 37 años, ha sido investigado por el FBI, las autoridades fiscales de
Estados Unidos y un juez de Singapur por posible blanqueo de dinero, corrupción
y fraude.
Para no
levantar sospechas, el diario americano informa de que el ejecutivo de la
compañía de la manzana pedía sobornos a pagar en pequeñas sumas de dinero que
iban a parar a cuentas creadas en el extranjero a nombre de su esposa.
Antes de
denunciarlo a las autoridades, Apple sospechaba de él debido a correos
electrónicos enviados desde su computadora portátil profesional. Según ha
informado la compañía en un comunicado, no tolera las conductas deshonestas y a
quienes no respetan los códigos éticos de conducta por lo que Devine ha sido
despedido.