En Chile y en Estados Unidos siguen avanzando las demandas que el banco Itaú interpuso en octubre del año pasado a su ex socio Álvaro Saieh por una deuda impaga de US$ 27 millones. El banco brasileño acusa al accionista de SMU de haber realizado maniobras en el extranjero con su sociedad Great Art Inc. domiciliada en Islas Vírgenes Británicas para “ocultar su patrimonio” y así no pagar la deuda que contrajo con el banco en 2014 y que se pagaría con los eventuales dividendos del banco Itaú Chile.
Sin embargo, esta vez el embargo de sus bienes en Chile pedido por Itaú está a punto de realizarse, incluso con la presencia de Carabineros.
Según consta en la demanda en el Octavo Juzgado Civil de Santiago, en febrero de este año una receptora judicial lo llamó para informar del embargo, pero no contestó. En agosto, la misma receptora fue hasta el domicilio del empresario en Vitacura, pero un guardia no la dejó ingresar. Ese mismo mes, la defensa de Itaú solicitó el auxilio de la fuerza pública y el juez emitió un oficio a Carabineros:
“Por resolución de fecha 14/08/2025, se ha dispuesto solicitar de Ud., el auxilio de la fuerza pública con facultades de allanamiento y descerrajamiento en caso necesario, a fin de que se asesore al Ministro de Fe encargado de efectuar la diligencia de embargo de bienes decretado en autos, desde el domicilio del demandado”.
Pero entre el 20 y el 22 de agosto, Pilar Dañobeitía, y la esposa de Saieh, Ana Victoria Guzmán, presentaron tercerías “de carácter preventivo”, indicando que los bienes que hay en la casa no son de Saieh, sino de Corpartes en el caso de su biblioteca o de sus familiares, en el caso de muebles y obras de arte.
“La totalidad de los bienes que se detallarán, y que se encuentran en el inmueble (...) fueron adquiridos por la Fundación con fondos propios, tal como se acredita con la Factura emitida el 19 de mayo de 2009 a nombre de FUNDACIÓN CORPARTES (...) y emitida por Ursus Books & Prints Ltd (...) Dichos bienes se encuentran en el referido inmueble en virtud de un comodato o préstamo de uso verbal, para fines de custodia y catalogación, atendida la estrecha relación del fundador de la institución con el comodatario. La Fundación, como dueña, ha conservado en todo momento el dominio y la posesión de los mismos, no habiendo transferido jamás derecho alguno al demandado de autos. En consecuencia, es improcedente que se pretenda embargar un patrimonio que pertenece a una persona jurídica distinta y sin relación alguna con la deuda que se cobra”.
Dañobeitía adjuntó tres inventarios de libros que suman más de 1.000 páginas con una serie de textos y catálogos de arte.
Mientras que la esposa de Saieh en su tercería enumeró una serie de electrodomésticos y muebles, así como obras de Nemesio Antúnez, Roberto Matta, Raúl Valdivieso, Jorge Tacla o José Balmes, y dijo que “la totalidad de los bienes muebles que guarnecen el referido inmueble son de mi dominio exclusivo, adquiridos a lo largo de los años con fondos propios”.
El 3 de septiembre, el juez rechazó ambas tercerías por “improcedentes”, toda vez que este instrumento legal debe pedirse cuando ya exista un embargo. La receptora judicial aún no asiste, con auxilio de la fuerza pública, hasta el domicilio del empresario.
Consultadas fuentes de Corpgroup, indicaron que “se trata de un juicio que se encuentra en el mismo estado procesal desde octubre del año pasado, donde el demandado opuso las defensas y alegaciones que estimó procedentes y conforme a derecho. A esa instancia también concurrieron terceros que estimaron podrían ser afectados con este juicio, siendo rechazada por ahora su intervención por el Tribunal, por no existir embargo a su respecto”.
Según allegados al caso, las negociaciones entre el empresario y el banco no están cerradas, pero no han mostrado avances significativos por ahora.
En Estados Unidos, en tanto, Saieh ha mostrado diversas pruebas al tribunal para comprobar que los dineros recaudados tras vender propiedades en ese país fueron a pagar deudas y no se ocultaron ni se usaron para otros fines.