Pedro Tarak: “Chile es el país donde existe el mayor número de Empresas B de la región”
El presidente del directorio internacional, que llega al país en el marco del ffiS 2015, señala que en Chile son cada vez más las empresas de mayor tamaño que buscan la certificación.
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Este miércoles 21 comienza la tercera versión del Festival Internacional de Innovación Social (fiiS 2015) que tendrá entre sus más 100 speakers a Pedro Tarak, co fundador y presidente del directorio internacional de Sistema B, organización que busca construir ecosistemas favorables para un mercado que resuelva problemas socio ambientales para fortalecer a las Empresas B, que redefinen el sentido del éxito para construir sociedades más sustentables, con mayor bienestar.
El abogado de la Universidad Nacional de Buenos Aires y consultor internacional de organismos como la OEA y el Banco Mundial conversó en exclusiva con Diario Financiero sobre el modelo de las Empresas B y el alcance que ha tenido en Chile y la región.
Tarak, quien ha incursionado en empresas con propósito socio ambiental, señala que este sistema es resultado de la visión co creada con Maria Emilia Correa, ex vice presidente de Sustentabilidad del Grupo Nueva; Gonzalo Muñoz, fundador de Triciclos la primera Empresa B de América Latina y Juan Pablo Larenas, responsable de la internacionalización de Techo a diez países de la región.
-¿Qué motivó la creación de Sistema B?
- Motivados por la necesidad de la evolución de la empresa y de la economía, viajamos a Nueva York para conocer a los fundadores de B Lab y co creadores de la Empresa B como nueva opción de ser y hacer empresa. Ahí entendimos que gran parte de nuestros sueños de cambiar y encontrar soluciones para el mundo podrían encontrar una forma concreta para promoverlo desde la empresa, redefiniendo su sentido de éxito y llevando a escala soluciones sociales y ambientales a través de la dinámica del mercado.
Con esa convicción asumimos la responsabilidad de globalizar el movimiento de Empresas B y desarrollar un ecosistema operativo con seis comunidades interconectadas aplicable a cualquier territorio: la comunidad de Empresas B, inversores, grandes actores de mercado, academia, política institucional pública y formadores de opinión, incluyendo sociedad civil.
-¿Cómo ha evolucionado el interés de las empresas de la región por certificarse?
-A nivel de países, hoy existen institucionalmente Sistemas B en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Uruguay, pero debido a la demanda proveniente de distintos países y territorios locales, ya hay grupos promotores en Ecuador, Paraguay, Perú y en México. Además, recientemente se lanzó el primer Sistema B local, de Río de Janeiro y en Mendoza están muy avanzados.
El interés en ser Empresa B, o sea una nueva identidad de mercado con marca colectiva combinado con una certificación integral de sustentabilidad y un tipo legal nuevo, crece sistemáticamente. Desde la primera Empresa B -la chilena Triciclos- a finales de 2011, y ahora tenemos más de 180 Empresas B en la región provenientes de todo tipo de industrias, edades, propósitos o tamaños. De hecho, la Empresa B más grande del mundo Natura, es brasileña y cotiza en la bolsa. Lo más fascinante es que en muchos sitios se está convirtiendo en la aspiración de los emprendedores jóvenes.
-¿Cuál es el desafío de la organización?
-Nuestra visión es que las Empresas B sean las referentes en el mundo empresarial tradicional, dando el ejemplo de cómo al mismo tiempo que se obtienen ganancias para los accionistas se participa en soluciones a problemáticas sociales, ambientales, culturales, etc. Así, inspirar con el ejemplo a otras empresas con su lógica, sus prácticas y aportes. También, facilitando oportunidades para que otras firmas puedan adoptar políticas de compras a este nuevo sector.
-¿Cómo se encuentra Chile en comparación con Latinoamérica?
-Chile es el país donde existe el mayor número de Empresas B de la región, son 77. El próximo es Brasil, luego Argentina, Colombia y Uruguay. Pero es lejos uno de los países con mayor Empresa B per cápita del mundo.
-En materia legal, Sistema B estaba promoviendo una legislación que defina una nueva opción societaria ¿Qué ha pasado?
- En varios países de la región se han formado grupos jurídicos de cada Sistema B nacional, específicamente en Argentina, Brasil, Colombia y Chile. Estos grupos se
reunieron en junio pasado en Buenos Aires para alinear conceptos y lenguaje en la redacción de los proyectos de leyes, adoptando como base un documento que hoy se usa para compartir los criterios legales en los proyectos de ley impulsados por los distintos grupos jurídicos de cada Sistema B.
-Chile se ha visto afectado por casos de corrupción empresariales, mermando la confianza en el sector. Ante este escenario ¿Las empresas pueden reconvertirse y ser socialmente responsables?
- En Chile como en cualquier otra sociedad, las empresas están integradas por personas. La posibilidad de éxito existe por cultura interna y externa social, y por el grado de monitoreo público y social. Al mismo tiempo existe en ellas la posibilidad de evolución y mejora permanente. No puedo hablar de las compañías chilenas, ni de los casos de corrupción al no venir de esta sociedad, pero visto de afuera, puedo afirmar que en Chile hay empresas grandes que están en el camino de hacerse B, así como también Pymes, existentes y nuevas.
No creo que solo se trate de ser más responsables, sino de ser más integradas-holísticas (...) Es decir, que puedan crear valor para uno y al mismo tiempo para la sociedad y el medio ambiente.
Este movimiento no es de izquierda o de derecha. Para mí ni siquiera es un nuevo capitalismo, sino la expresión micro organizacional de una economía fragmentada que evoluciona hacia una holística.
-¿Puede conjugarse la sostenibilidad y la rentabilidad?
- La sustentabilidad, desde el mediano y el largo plazo, se expresa en eficiencia, innovación, competitividad en el mercado, licencia social para operar reducción de riesgos sociales y ambientales, reputación de marca y en definitiva en el valor de las acciones y esto redunda a favor de los accionistas y el conjunto de involucrados por la empresa.
Rol de la innovación social
En el marco del fiiS Tarak participará en el panel Nuevas Economías, instancia en que reflexionará junto a otros expertos sobre "cómo queremos construir una nueva economía, donde el éxito se mida por el bienestar de la sociedad y la naturaleza, y no únicamente bajo parámetros financieros", adelanta.
-¿Cuál es el impacto del fiiS a nivel regional?
-FiiS es el primer Festival Internacional de Innovación Social, donde se mezcla música con contenidos sobre innovación social. Es su tercera versión en Chile y este año se repetirá en Buenos Aires, Argentina. Se ha realizado también en México y esperamos pronto tener una versión colombiana y brasilera. Nuestra aspiración es que el festival, donde sea que suceda, abra la posibilidad de posicionar la innovación social en los países de América Latina, permitiendo espacios de reflexión y celebración en torno a cómo podemos cambiar nuestro mundo a algo mejor.
-¿Cómo está Chile en materia de innovación social?
-Si bien soy argentino, llevamos desde Sistema B trabajando tres años en Chile y hemos visto un progreso importante en materia de innovación social, permitiendo que nazcan muchísimas iniciativas que apuntan a generar impacto positivo y bien público. Un actor relevante en esto ha sido la configuración de un ecosistema favorable para que la innovación social tome cada vez mayor visibilidad, y gran parte de éste se conecta en fiiS.
¿Cómo ser una empresa b?
Requisitos y compromisos:
• Deben redefinir su propósito en el objeto social de su estatuto, creando soluciones sociales y ambientales al mismo tiempo que resultados financieros para sus accionistas.
• Someterse a una evaluación integral de sustentabilidad de la empresa obteniendo 80 puntos como mínimo de 200 por parte de B Lab (ente certificador de EEUU).
• Ampliar la responsabilidad fiduciaria por estatuto a todos los stakeholders y no solamente limitarlo a los accionistas, aunque ejecutable solo por ellos.
• Además, se compromete a re certificarse cada dos años, a someterse a auditorías aleatorias y a hacer público su puntaje.