Sólo 23% de los centros acreditados por Corfo ha firmado proyectos de I+D
Las entidades no han sido capaces de incentivar a los privados, mientras que las empresas desconocen el beneficio tributario.
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Por F. Orellana/ P. Peñaloza
En septiembre comenzará a regir la nueva ley de incentivo tributario a la inversión en I+D, que permitirá a las empresas hacer este tipo de desarrollos internamente o en el extranjero. Mientras tanto, y bajo la actual normativa, sólo se puede obtener el beneficio ejecutando proyectos con centros acreditados por Corfo, entidad que valida que el centro cuente con las capacidades para hacer I+D.
Desde 2008 y a junio de este año, se han inscrito 106 centros, de los cuales 76 dependen de universidades y el resto cuenta con personalidad jurídica propia. Se esperaba que fueran los “evangelizadores“ y los encargados de difundir e impulsar a las empresas a hacer investigación aplicada en conjunto. Pero la realidad dijo otra cosa, ya que sólo 23% de los centros acreditados ha cerrado algún proyecto con alguna empresa, implicando recursos por $ 6.214 millones y descuentos tributarios por $ 2.861 millones. La cifra de contratos ha sido más baja de los esperado y deja en evidencia dos grandes problemas que se espera solucionar con la nueva ley: el poco interés del sector académico por transferir conocimiento y la escasa comunicación entre el mundo científico y privado para abordar juntos proyectos de mayor envergadura, que contribuyan al desarrollo del país.
“No han funcionado como esperábamos, pero ha sido algo mutuo: los centros no han tenido la capacidad para activar el tema y las empresas no se han informado del beneficio”, reconoce María Isabel Salinas, jefa del Programa Incentivo Tributario a la I+D InnovaChile de Corfo. Un diagnóstico que es compartido por ambos sectores.
El problema, añade, “es que una vez que los centros logran estar inscritos, no generan la capacidad para gestionar proyectos dentro de la misma organización y el tema queda en tierra de nadie. De hecho, muchos investigadores ni siquiera saben que están inscritos”. La ejecutiva acota que al mirar las cifras, las iniciativas más activas son aquellas que provienen de instituciones privadas, con capital humano especializado y capacidad instalada para hacer I+D, como el caso de Fundación Chile, la noruega AVS Chile o el Dictuc, que lideran con la mayor cantidad de proyectos.
Poco interés
Felipe Bahamondes, gerente general de Dictuc, explica que a ellos en particular, les ha ayudado tener nexos permanentes con empresas gracias a sus demás áreas o por los profesores de la Escuela de Ingeniería de la U. Católica. “Cuando detectamos una oportunidad de aplicar la ley I+D, informamos a la empresa, que muchas veces desconoce esta posibilidad. Para ello, acompañamos al profesor y a la firma interesada y les explicamos lo expedito que es el trámite en Corfo“, dice.
Salinas agrega que los investigadores, en general, no tienen incentivos para participar en proyectos de investigación aplicada y, por otro lado, es mal visto incursionar en ello. ”Sin embargo, si tuvieran incentivos de los propios centros -como ganar un “bono” por celebrar un contrato-, claramente los números subirían”, dice.
En las instituciones reconocen la dificultad, pero replican que también ha influido el poco interés de los privados. Por ejemplo, la U. Católica de Temuco es una de las casas de estudios más activa en acreditación (tiene ocho centros), pero sólo ha ejecutado tres proyectos. Alberto Vergara, director de la dirección general de Investigación y Postgrado explica que han visto mucha burocracia en las empresas, lo que les ha impedido cerrar acuerdos, y además las compañías tampoco están dispuestas a pagar por ello.
La Corporación de Desarrollo Tecnológico, ligada a la Cámara Chilena de la Construcción, también está cerrtificada pero no ha cerrado ninguna alianza. “Significaba una barrera importante que no se reconocieran los esfuerzos internos de las empresas, y eso complicaba la postulación. Otro problema era hacer coincidir los plazos de ejecución de los proyectos, con los de presentación ante Corfo”, explica Juan Carlos León, gerente general de la entidad.
Foco en pymes
A partir de septiembre no será requisito obligatorio hacer I+D con centros acreditados para obtener beneficios tributarios.
Si bien algunos piensan que eso hará que el uso de las entidades inscritas baje notoriamente, en Corfo consideran que sí se utilizarán aunque en el largo plazo y por parte de las pymes, que “se van a dar cuenta que las mejores capacidades en infraestructura y equipamiento van a estar en los centros”, explica Salinas, quien añade que, para agregar valor al registro y para acercar el vínculo con las firmas, abrirán un espacio online para que las empresas informen sus necesidades y los centros vean si pueden satisfacerlas.
Fundación Chile: cuatro áreas
Fundación Chile, que desde 2008 opera como centro acreditado por Corfo, se especializa en cuatro áreas: sustentabilidad, alimentos y biotecnología, capital humano y digitalización.
Andrés Pesce, gerente de Negocios y Empresas de Fundación Chile, indica que bajo el beneficio de la ley I+D, los mayores contratos han sido aplicables en sustentabilidad, y en alimentos y biotecnología, teniendo una mayor demanda los temas referentes al sector acuícola, como por ejemplo el desarrollo y evaluación de elementos de resistencia al virus ISA.
Por otro lado, Pesce sostiene que las diversas empresas se han dado cuenta que es importante la innovación para seguir compitiendo y "junto con eso, el rol de Fundación Chile debiese seguir creciendo", dice.
AVS chile: ACUICULTURA
El centro acreditado AVS Chile, que cuenta con el apoyo de las instituciones noruegas Nofima, VESO y Sintef, ha realizado desde 2008 distintas investigaciones en acuicultura, principalmente para la industria del salmón y mitilicultura. Su trabajo se ha enfocado en probar nuevos ingredientes para nutrición y alimentación, genética, salud y bienestar; además de ingeniería y tecnología, medio ambiente y sustentabilidad en toda la cadena de valor de la industria acuícola.
Para este año, AVS Chile, que a la fecha ha desarrollado alrededor de 70 proyectos en las distintas áreas, espera aumentar el número de contratos y los desarrollos que se acojan a la ley de incentivo tributario, sostiene Valentina Tapia, gerente general de AVS Chile.
DICTUC: ingeniería
Dictuc está acreditado desde el año 2008, y ofrece un amplio espectro de capacidades en I+D, en áreas ligadas a la ingeniería, dado que cuenta con el respaldo de la Escuela de Ingeniería UC.
Por ahora, están desarrollando proyectos en ingeniería vial, con nuevas aplicaciones de materiales para uso en caminos; retail, con nuevos modelos de precios de productos; y la industria vitivinícola, con métodos para optimizar las cosechas, entre otros. Felipe Bahamondes, gerente general de Dictuc, indica que para este año esperan aumentar su capacidad de I+D, ya que por los diferentes incentivos de Corfo, existe "más actividad y las empresas, al estar más informadas, consultan más acerca de este beneficio", afirma.