El ministro nipón de Transporte, Seiji Maehara, admitió hoy
que Toyota podría no haber transmitido toda la información necesaria en sus
recientes llamadas a revisión y dijo que se reforzará en Japón el sistema de
control de calidad de los vehículos.
Maehara indicó que "la posibilidad de que Toyota no
haya transmitido información detallada al Gobierno es alta", tras las
llamadas masivas a revisión de millones de vehículos en todo el mundo, que en
Japón afecta sólo a los híbridos de última generación.
Los posibles defectos de los modelos del fabricante mundial
afectan a la aceleración de muchos de sus vehículos, mientras en el caso de los
híbridos se limitan a una falta de actualización del software de los frenos.
El presidente de Toyota Motor, Akio Toyoda, comparecerá
mañana ante un comité del Congreso de Estados Unidos que intenta determinar si
la respuesta del fabricante fue la adecuada para solucionar los problemas de
sus vehículos por posibles aceleraciones involuntarias.
Toyoda ha negado que la compañía haya ocultado información
desde que se iniciaron las primeras llamadas a revisión en Estados Unidos en
noviembre, que se ampliaron en enero a todo el mundo y ahora afectan a más de
8,5 millones de unidades.
Una vocero de Toyota negó hoy a Efe que el primer fabricante
mundial de automóviles haya intentado ocultar información y afirmó que la
llamada a revisión en Japón, que afecta a unos 223.000 vehículos, se llevó a
cabo "realizando los pasos de la manera correcta".