Lima vuelve a la calma: los días que siguieron a la elección presidencial

La dupla de candidatos que pasó a la segunda vuelta presidencial en Perú tiene inquieta a los mercados. Y si bien Ollanta Humala y Keiko Fujimori -sobre todo el primero-, generan serias dudas entre el electorado, al caminar por las calles de Lima reina la normalidad.

Después de las elecciones del domingo pasado, el centro de la capital peruana vuelve a ser el de siempre. Las personas cumplieron con su jornada laboral y la congestión vehicular regresó.

Aunque los bocinazos casi no dejan escuchar, llama la atención la conversación de dos trabajadores que recién salen almorzar: “No voy a votar por ninguno”, le dice uno al otro. Éste lo mira y le responde con un gesto de conformismo.

Y es que un grupo importante no ve ni en Humala ni en Fujimori una opción. “Son gente más de centro”, comenta un analista local que sabe que todos los esfuerzos de los candidatos buscarán capturar este voto con mensajes que los posicionen como en una alternativa válida para ellos.

Pero el pesimismo de los inversionistas privados no cede. Por eso, empresarios y representantes locales se han encargado de recalcar que “Perú respeta sus contratos, sus acuerdos”.

Uno de ellos reconoce que ha recibido llamados desde el extranjero y que incluso tienen programadas algunas reuniones. Es que saben que un eventual gobierno de Humala pone una cuota de incertidumbre no sólo sobre los capitales ya invertidos en Perú, sino que también en los que proyectan impulsar.

Quedan poco menos de dos meses para la segunda vuelta y los habitantes de Lima vuelven a sus tareas diarias.

Mientras tanto, su interés por las elecciones se disipa entre la rutina y en el poco interés que muestran por quién se pueda convertir en el próximo presidente de Perú. Entienden que podría estar en riesgo el boom económico de los últimos años, pero hay una parte importante, la que votó por Humala dicen, que mira desde lejos esta nueva realidad.




De Lima a Miraflores 


Rumbo en taxi a Miraflores, uno de los sectores más acomodados de la capital, el conductor muestra las diferencias. “Acá se ve que nos está yendo bien, pero hay lugares, sobre todo rurales, donde las escuelas todavía no tienen piso de tierra”, cuenta.

Esta percepción es la que ha logrado captar Humala, resume un analista.

De vuelta en el hotel, dos recepcionista bromean sobre las elecciones y todavía no se terminan de convencer que la hija del ex presidente Alberto Fujimori esté en segunda vuelta, y culpan a los candidatos más moderados por no lograr un acuerdo para evitar un escenario que ya es realidad, se lamentan.