Multinacionales

La batalla por la “última milla” se está librando en los cielos y en la tierra

Los drones han surgido como una solución a los altos costos del reparto a domicilio, pero ahora son los droides, sus rivales sobre ruedas, los que aparecen como la mejor opción.

Por: Renato García J. | Publicado: Lunes 25 de abril de 2016 a las 04:00 hrs.
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La batalla por la “última milla”. Así se conoce en la industria la frontera final en la lucha por mejorar la logística del despacho de mercancías. Desde que se compran los insumos en un país, se fabrican las partes en otro, se ensambla el producto y se empaca en un tercero, se descarga en un puerto, se manda en camiones a los centros de distribución, y hasta que se reparte en camionetas a las tiendas, curiosamente, es el último tramo, esa “última milla” desde el local hasta el cliente, el más difícil de gestionar. Según algunas estimaciones, entre 30% y 40% del costo total del despacho se concentra en este trecho.

Durante décadas esta parte de la cadena ha permanecido como un obstáculo que se resiste a las mejoras. Pero el avance de las tecnologías está produciendo nuevos enfoques para superarlo.

Nubes en el cielo

En los últimos meses se han multiplicado los reportes de compañías como Amazon, que están apostando por los drones para cerrar la brecha. El gigante de las ventas online pretende despachar de todo, desde equipos electrónicos, hasta abarrotes, por esta vía. La compañía de encomiendas DHL ya lanzó un servicio de envíos de medicinas. Y una franquicia de Domino’s en Reino Unido está repartiendo pizzas con su “domicopter”.

Pero estos equipos enfrentan todavía grandes desafíos. La autoridad del sector aéreo de EEUU espera tener listo pronto el reglamento que va a normar su operación comercial, pero ya se sabe que contempla penas de cárcel para quien intente derribarlos para robarlos o para proteger su privacidad.

Esto ilustra algunas de las aprensiones que generan los drones. Las autoridades inglesas expresaron su preocupación luego de que un dron se estrellara recientemente contra un avión de British Airways. Y por tratarse de robots voladores, naturalmente, siempre estará el riesgo de que caigan, dañando no sólo su carga sino también propiedad privada o incluso a las personas.

La infantería al rescate

En los últimos meses, sin embargo, las esperanzas de las compañías para cubrir la última milla han comenzado a girar del cielo a la tierra, literalmente. Para algunos expertos, no serán los drones los que cambiarán el futuro del negocio sino otros aparatos conocidos como droides. Compañías como la británica Starship Technologies y la estadounidense Dispatch están ahora en una carrera para desarrollar pequeños robots de reparto que no vuelan sino que se mueve sobre ruedas. Los droides están diseñados para navegar de manera autónoma gracias a un sistema de cámaras, sensores y GPS. Circulan a una velocidad controlada sobre las veredas, lo que los hace más seguro, y a diferencia de los drones, con sus afiladas hojas que giran a toda velocidad, carecen de piezas peligrosas, lo que probablemente facilitará su aprobación por parte de los reguladores.

Starship, creada por dos co-fundadores del servicio de videoconferencias por Internet, Skype, ha completado 3 mil kilómetros de pruebas con su droide y lo ha hecho funcionar sobre barro, nieve, hielo y bajo la lluvia.

El prototipo de puede llevar paquetes de hasta 9 kilos, viajando a una velocidad de 6,5 Km por hora, con una autonomía de operación de más de dos horas. Cuenta con sensores para evitar obstáculos y en caso de encontrar algún problema puede ser manejado a distancia por un operador humano.

Para evitar los robos cuenta con un seguro electrónico y puede transmitir su posición e imágenes en vivo a través de sus nueve cámaras. Pero hasta ahora, en su fase de pruebas ha circulado junto a unos 120 mil peatones, sin que nadie haya tratado de dañarlo.

Masificación on-line

La compañía ahora espera que comience a realizar despachos este año. El jefe de operaciones de Starship, Allan Martinson, asegura que debido a sus menores costos de fabricación, podrán ofrecerlos a pequeños comercios de Londres a través de contratos de leasing. Con un precio objetivo por despacho de entre US$ 1,40 y US$ 4,20, los costos de arriendo podrían quedar cubiertos con sólo quince viajes diarios.

Esto permitirá que operadores de retail que hasta ahora habían quedado fuera de las ventas on-line debido a los altos costos de envíos ingresen a este canal de distribución.

Pero también podría estar en la mira de grandes clientes. Starship ha realizado pruebas en un pueblito de Arkansas, cercano a la sede central de Walmart, y ha trabajado en conjunto con el centro de desarrollo de la Universidad de Arkansas, patrocinado por Doug McMillon, el director ejecutivo del gigante del retail. Esto ha alimentado rumores de que la cadena podría estar interesada en el robot. Su unidad de investigaciones tecnológicas 415C Lab reconoce estar monitoreando el programa, aunque Starship no ha querido comentar estas versiones.

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