Richard Barnes, director de ratings de entidades financieras de S&P, dijo a Expansión que "los potenciales litigios (en relación a las demandas de minoritarios contra el banco Popular) tienen pocas opciones de éxito, ya que la situación de liquidez justificaba esa solución".
Tras la nacionalización de Northern Rock, varios fondos que poseían acciones en el banco también impulsaron acciones judiciales, recuerda Barnes. "Tras realizarse una valoración independiente de Northern Rock, se llegó a la misma conclusión que la hecha por el Gobierno al intervenir. Las acciones no valían nada y los inversores no fueron compensados. En Popular podría suceder algo similar", enfatizó el ejecutivo.
Standard & Poors (S&P) reunió ayer a unos doscientos inversores en Londres para dar su visión de las perspectivas de solvencia de los principales gobiernos y bancos europeos, en un encuentro en el que el reciente hundimiento de Banco Popular tuvo un apartado relevante.
Previo al encuentro Barnes dijo que, "aunque la resolución de Popular se puede considerar un éxito porque los contribuyentes españoles no han tenido que poner un duro y los depósitos y la deuda sénior de la entidad han sido protegidos, se trata de un caso díficil de replicar", y agregó que "no siempre hay un "Santander que quiera comprar".
Por su parte, el empresario chileno, Andrónico Luksic contrató esta semana al estudio español Roca Junyent para pedir indemnizaciones y estudiar todas las acciones legales por los más de US$ 100 millones que invirtió en el Banco Popular de España y que perdió hace algunos días, cuando este fue vendido al Santander en un valor simbólico de un euro.