Las bebidas
de la compañía Pepsi no se anunciarán por primera vez desde 1987 en la Super Bowl, la final de
la liga estadounidense de fútbol americano y un acontecimiento en el que cuesta
decenas de millones de dólares colocar un anuncio, publica hoy el Wall Street
Journal.
La empresa
da así un cambio en su política publicitaria, centrada en dominar los
comerciales emitidos durante la popular final deportiva, y deja el camino libre
a su rival Coca-Cola, que, según el rotativo, ultima ya los detalles de su
presencia en la Super Bowl
de la mano de los personajes de la serie "Los Simpson".
"En
2010 cada una de nuestras marcas de bebidas contará con una estrategia y una plataforma
publicitaria que se alejarán de un sólo acontecimiento", explicó al diario
neoyorquino Frank Cooper, uno de los vicepresidentes de Pepsi, que sí que
anunciará en el evento los productos de su conocida marca de aperitivos
Doritos.
La Super Bowl, cuya próxima edición emitirá la
cadena CBS el 7 de febrero de 2010, es la culminación de la Liga Nacional de
Fútbol Americano (NFL), un acontecimiento que siguieron por televisión este año
98,7 millones de personas y que constituye uno de los días más lucrativos del
año en publicidad para el canal que la retransmite.
"Nuestra
nueva táctica no es una condena a la Super Bowl, pero es que sería muy difícil
explicar nuestra nueva campaña publicitaria en una anuncio de treinta
segundos", añadió Cooper.