La cadena Multitiendas Corona -ligada a la familia Schupper- presentó una nueva propuesta de reorganización financiera a sus acreedores para así evitar la quiebra, la que considera la inyección de $ 24 mil millones.
Esto se da luego que un inversionista chino (ligado a la empresa Spring Forest, que tiene presencia en Chile a través de las marcas Family Shop y Sioux Jeans) decidiera bajar su propuesta de compra de la compañía luego de desatarse la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China.
Bajo este nuevo escenario, los hermanos Paula, Malú y Herman Schupper Messcher se alinearon y plantearon -junto con el otorgamiento de nuevas condiciones para el pago de la totalidad de los créditos- su compromiso para financiar el 50% de una línea de crédito rotativa de capital de trabajo para salvar a la empresa. El remanente sería con financiamiento bancario.
“A efectos de hacer viable la continuidad de las operaciones de Corona y procurar el cumplimiento de las condiciones de pago de los créditos afectos al presente acuerdo de reorganización, la empresa deudora deberá contar con una línea de crédito rotativa de capital de trabajo por hasta $ 24.000 millones, durante toda la vigencia del acuerdo de reorganización”, dice la propuesta de la empresa, presentada ayer 7 de mayo, asesorada por el estudio Nelson Contador Abogados & Consultores.
Se precisa que un 50% de la línea ($ 12 mil millones) será proporcionada por los accionistas de Corona, quienes otorgarán un préstamo a la compañía a través de las sociedades por ellos controladas que estimen pertinentes.
Luego, se precisa una condición suspensiva de apertura de la línea. “A efectos de que los accionistas puedan disponer de los fondos necesarios para proveer a Corona el Financiamiento Accionista, éstos deberán obtener, sea de los mismos acreedores garantizados -o de otras entidades-, uno o más créditos garantizados con hipotecas sobre inmuebles de propiedad de los vehículos societarios que los accionistas determinen”, dice la propuesta.
En esta se propone, además, que el 50% remanente de la línea de crédito será otorgada por los acreedores garantizados, u otras instituciones financieras que estén disponibles para prestar dicho financiamiento.
Las divergencias
La compañía -con 50 años de trayectoria, 58 tiendas a lo largo del país y 1.800 trabajadores- solicitó la apertura de un nuevo proceso de reorganización financiera en octubre del año pasado y, desde entonces, ha estado negociando con sus acreedores una salida que permita su continuidad.
Sus pasivos superan los $ 66.951 millones y sus principales acreedores son los bancos Internacional y BCI, además del proveedor chino Anhui Garments.
La firma ya había logrado salir de un proceso de reorganización judicial en 2022. En abril de ese año, había pagado de manera anticipada las deudas con sus acreedores.
Ahora, el retailer señaló que la crisis del consumo, sumado al impacto negativo que produjo el cierre de la tarjeta de crédito de la casa comercial, afectó "de manera importante" sus resultados y, a pesar de que los ingresos de 2024 venían al alza, sostuvo que está “lejos de su potencial” por la falta de capital de trabajo.
A principios de este año, la sociedad presentó una propuesta de reorganización en su nuevo proceso de reorganización, en la que planteó el otorgamiento de nuevas condiciones para el pago de la totalidad de los créditos, junto con el otorgamiento de una línea de crédito por hasta $ 15.000 millones por parte de los acreedores garantizados.
No obstante, tras esta propuesta (que fue vista con recelo por los acreedores) los socios de la empresa comenzaron a analizar otras alternativas, entre las que figuraba la venta de la empresa.
En la última junta de acreedores de la compañía, el pasado 2 de abril, su representante legal, Allan Hornig, dijo que la empresa ha trabajado en los últimos meses en la elaboración de una nueva propuesta de reorganización, considerando dos alternativas. La primera, que los accionistas proporcionen el financiamiento requerido mediante la enajenación de activos de su propiedad o a través de otros mecanismos de financiamiento.
La segunda se basaba -explicó- en la oferta de un empresario chino para la adquisición total de las acciones de la compañía, con el objetivo de capitalizarla con aproximadamente 30 millones de euros, lo que garantizaría su estabilidad futura, según dijo.
“Dado que existen diferencias de opinión entre los accionistas respecto a cuál de las alternativas es la más conveniente para asegurar la viabilidad de la empresa, el proceso ha requerido múltiples suspensiones de la junta deliberativa”, sostuvo.
“Estas postergaciones no han sido arbitrarias ni producto de desidia por parte del deudor o de los asesores financieros. Por el contrario, cada intervalo de diez días ha sido aprovechado para avanzar en el desarrollo de una solución viable y sostenible”, añadió.
Herman Schupper se inclinaba por la enajenación, algo que no quieren sus hermanas Paula y Malú, quienes apuntaban por implementar una fórmula de salvataje que considera la inyección de recursos a la empresa por parte de todos los socios y entidades financieras, que fue finalmente lo que propuso la compañía en su nueva propuesta de reorganización.
Los Schupper habían solicitado más plazo para presentar su nuevo plan de reorganización. Es así como la justicia aprobó, el pasado 2 de abril, la suspensión de la junta de acreedores para votar la propuesta, fijando una nueva para el 12 de mayo de 2025.
Se espera que en esta nueva junta se otorgué un nuevo plazo extraordinario de 10 días para que los acreedores analicen en profundidad la nueva propuesta de reorganización y, posteriormente, sea votada.