Sector privado de EE.UU. pide a Gobierno que no se entrometa en gestión de GM
Si los intereses políticos entran a influir en las decisiones de la compañía, ésta "no volverá a ser rentable", dijeron.
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La Cámara de Comercio de EE.UU., la
mayor asociación empresarial del país, pidió hoy al Gobierno que no
se inmiscuya en las decisiones comerciales de General Motors, al
tiempo que Ford le instó a que no beneficie indebidamente a esa
compañía.
Thomas Donohue, presidente de la asociación, advirtió de que si
los intereses políticos entran a influir en la gestión de General
Motors, que se declaró hoy en bancarrota, la empresa "no volverá a
ser rentable".
Al mismo tiempo, Ford, el único gran fabricante estadounidense
que no está en quiebra, pidió al Gobierno que "no cambie la dinámica
competitiva del sector y que no se dé trato preferencial" porque es
el accionista mayoritario de General Motors.
La administración de Barack Obama ha ofrecido US$30.100 millones para ayudar a General Motors a reestructurar sus operaciones
y salir de la bancarrota.
La Cámara de Comercio se hizo eco de un artículo publicado hoy
por el diario The Washington Post que afirmaba que el Gobierno ha
obligado a Magna, que se hará con el control de las operaciones de
General Motors en Europa bajo la marca Opel, a comprometerse a no
vender automóviles en Estados Unidos y, al menos temporalmente, en
China.
El departamento del Tesoro replicó que el artículo es
"incorrecto" y que el Gobierno apoya "el libre mercado".
Aún así, la Cámara de Comercio denunció esas supuestas presiones
como "ejemplos claros de manipulación del mercado y proteccionismo".
La asociación también cargó contra los sindicatos por
supuestamente intentar influir en las decisiones de la gerencia de
General Motors y puso como ejemplo su insistencia en que la empresa
fabrique automóviles más pequeños.
La Cámara dijo que vigilará estrechamente las actividades de los
consejos de administración de General Motors y de Chrysler, que
también está en bancarrota.
"Lucharemos contra cualquier influencia contraproducente del
Gobierno, los sindicatos o los políticos sobre decisiones que
deberían dejarse a la gerencia, e insistiremos continuamente en que
el Gobierno reduzca y elimine su participación (en las empresas) lo
antes posible", afirmó Donohue.
Obama intentó calmar esas inquietudes en una intervención hoy, en
la que dijo que el Gobierno controlará General Motors sólo de forma
temporal y se saldrá del accionariado "rápidamente".
"El Gobierno actúa como un accionista muy renuente", aseguró el
presidente, quien dijo que serán los directivos de la empresa los
que tomen "las decisiones para darle la vuelta a la compañía",
mientras que su administración tan sólo intervendrá en la gestión en
los casos más extremos.