Nissan, el tercer fabricante de automóviles japonés, anunció
hoy un beneficio neto de 9.000 millones de yenes (unos US$ 99 millones) entre
abril y septiembre, lo que supone una caída del 92,9% respecto al mismo período
de 2008.
Los resultados son no obstante mejor de lo esperado por la
compañía de Yokohama, que mencionó el impacto positivo del aumento de las
ventas en China y de su plan de reestructuración contra la crisis como
responsables de ese cambio.
Los ingresos por ventas en la primera mitad del año fiscal
japonés, que finaliza en marzo de 2010, cayeron un 30,5% comparados con el
mismo período del año anterior, hasta situarse en los 3,38 billones de yenes (unos
US$ 37.840 millones).
Con ello, el beneficio operativo, por actividad ordinaria,
cayó un 50,5% hasta los 94.900 millones de yenes (unos US$ 1.057 millones).
En la primera mitad del año fiscal japonés, Nissan vendió
1,62 millones de vehículos en todo el mundo, un 16,4 % menos que en el mismo
período del ejercicio anterior.
Entre julio y septiembre, el beneficio neto de Nissan se
situó en los 25.500 millones de yenes (US$ 283,1 millones), un retroceso del
65,3 % en tasa interanual.
En ese período, Nissan vendió 901.000 vehículos en todo el
mundo, un 6,8 % menos que en el tercer trimestre del año 2008.
Mejores perspectivas
Debido a la mejora en la crisis de ventas global del sector
del motor, Nissan decidió hoy mejorar sus previsiones para cuando cierre el
ejercicio fiscal en marzo, en el que espera obtener una pérdida neta de 40.000
millones de yenes (US$ 447 millones), frente al resultado negativo de 170.000
millones de yenes (1.278 millones de euros) que pronosticaba anteriormente.