Los flujos comerciales y de remesas son vulnerables ante el proteccionismo y la reforma migratoria
México, Colombia, Honduras y, quizás sorprendentemente, Liberia podrían estar entre los países más afectados por la elección de Donald Trump.
Aunque nadie sabe realmente lo que hará Trump una vez instalado en la Casa Blanca, este cuarteto es potencialmente vulnerable debido a su gran dependencia a las exportaciones o remesas de EEUU, que podrían debilitarse con la llegada de controles más estrictos sobre el comercio o la inmigración.
Sin embargo, Rusia es un posible beneficiario, al igual que los exportadores de metales como Chile y Mongolia.
En tiempos recientes, una amplia franja de monedas y mercados de bonos de mercados emergentes, desde México y Brasil hasta Sudáfrica y Turquía, han sido afectados por el impacto del aumento de los rendimientos de los bonos en EEUU — anticipándose a un salto Trumpiano en el crecimiento económico y en la inflación ocasionado por un mayor gasto en infraestructura y recortes de impuestos — fortaleciendo al dólar.
En general, sin embargo, México será, por mucho, el más expuesto a posibles daños colaterales por el enfoque de "EEUU Primero" propuesto por Trump, como lo ilustran la caída de 13% en el peso que ha alcanzado los 20,9 pesos por dólar y el descenso de 7,3% en el mercado bursátil desde el miércoles.
El presidente electo ha hablado de imponer un arancel de 35% a las compañías estadounidenses que tercerizan en el extranjero, una política que afectaría duramente a México, y renegociaría o posiblemente abrogaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que incluye a México, EEUU y Canadá.
Como resultado de los fuertes vínculos comerciales que se han desarrollado desde que el TLCAN entró en vigor en 1994, el 82% de las exportaciones de México actualmente están destinadas a su vecino del norte.
México ha acumulado un superávit comercial anual de más de US$ 100 mil millones al año con EEUU. Dado que el déficit comercial de México con el resto del mundo es aún mayor, esto ilustra las dificultades que México podría enfrentar para adaptarse a un mundo de tercerización reducida de empresas estadounidenses o la imposición de aranceles a los bienes que envía al otro lado del Río Grande.
No obstante, Simón Quijano-Evans, estratega de mercados emergentes de Legal & General Investment Management, duda que el Presidente Trump pueda impedir que las empresas estadounidenses inviertan en México, "ahora que México es más barato" gracias a la caída del peso.
Colombia es posiblemente el segundo país más expuesto con respecto a temas comerciales, con el 29% de sus exportaciones destinadas a los EEUU, 20% a Japón, 18% a China, y cerca de 15% a India.
Sin embargo, China podría ser más vulnerable de lo que sugieren estas cifras, ya que Trump ha hablado de su intención de imponer un arancel de 45% a las importaciones de un país que él considera un manipulador de moneda.
No obstante, Jan Dehn, jefe de investigación de Ashmore Investment Management, duda que el Presidente Trump esté dispuesto a iniciar una guerra comercial con China, particularmente durante un primer mandato, ya que "si los chinos comenzaran a vender bonos estadounidenses en represalia matarían a la economía de EEUU". Sin embargo, Dehn no descarta una acción contra China en una segunda administración de Trump.
Quijano-Evans cree que el resultado de cualquier pivote hacia el proteccionismo por parte de EEUU "impulsará a los mercados emergentes a intercambiar más entre sí", aumentando la proporción de sus exportaciones, actualmente alrededor de 60%, hacia a otros mercados emergentes.
En lo que respecta a las remesas netas, los flujos de efectivo de EEUU a Liberia, un país fundado por esclavos emancipados de EEUU, son los mayores en términos de importancia, representando 16% del PIB.
Aparte de Liberia, varios países pequeños de Centroamérica y el Caribe son los que más dependen de los flujos de capital de amigos y familiares en EEUU, especialmente Honduras, con 15.,9% del PIB, El Salvador y Haití, ambos con 15,1%, Jamaica con 12%, y Guatemala con 9,3%.
Entre los países más grandes, los flujos de remesas de EEUU son importantes en Vietnam, donde representan 3,8% del PIB, en Filipinas con 3,3%, México con 2,2%, y Nigeria donde alcanzan el 1,2% del PIB.
Dehn acepta que la repatriación de inmigrantes ilegales y la imposición de restricciones más estrictas en el futuro sobre los recién llegados a EEUU, podría "en el margen, tener un efecto particular sobre Centroamérica".
Sin embargo, Rusia podría resultar ganador si el Presidente Trump continúa con su retórica de campaña de buscar un acercamiento con Moscú, incluyendo potencialmente el levantamiento de las sanciones impuestas por EEUU por la participación de Rusia en Ucrania.
No obstante, Rusia y otros exportadores de petróleo podrían verse lastimados si el Presidente Trump cumple sus promesas de reforzar la producción de petróleo de esquisto en EEUU, sostiene Charles Robertson, economista jefe de Renaissance Capital, un banco de inversión con sede en Moscú.
El apoyo del presidente electo a un programa de estímulo de crecimiento a través del gasto en infraestructura ya ha ayudado a elevar el precio de algunos otros productos básicos como el mineral de hierro y el cobre.
Esto a su vez probablemente ayude a los principales exportadores de cobre como Chile y Perú y los principales proveedores de mineral de hierro como Brasil, Mongolia y Ucrania, a menos que Trump comience una guerra comercial con China, el mayor consumidor mundial de metales industriales, de acuerdo con Robertson.
En términos más generales, en el corto plazo, Robertson prevé un impulso a las exportaciones de los mercados emergentes, con reducciones de impuestos que probablemente apoyen el consumo de EEUU en 2017 antes de que cualquier imposición de barreras comerciales más restrictivas entre en vigor.
Dehn sigue confiando en que la inminente llegada del Presidente Trump no "descarrilará" a los mercados emergentes y que algunos de los países más afectados inicialmente por los resultados de la elección se recuperarán.
"México está barato ahora. Tan pronto como la gente se dé cuenta de que no lanzará una bomba nuclear sobre México, será una inversión bastante buena", argumenta Dehn.