Bancos europeos exigen competir en igualdad de condiciones con las 'fintech'
Entidades piden que se actúe sobre los grupos estadounidenses y chinos que invaden el sector financiero.
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Los banqueros más poderosos de Europa aumentan sus llamados a los reguladores para que actúen sobre las grandes tecnológicas que invaden la industria de los servicios financieros, pidiendo que se les someta a las mismas normas que a los bancos.
La introducción este año de la regulación de la "banca abierta", que obliga a las entidades financieras de la Unión Europea a proporcionar a terceras empresas acceso a las cuentas de los clientes que lo autoricen, hace temer a muchos destacados banqueros que grandes firmas tecnológicas de China y Estados Unidos se lleven las mejores partes de sus negocios.
Jean Lemierre, el presidente del banco francés BNP Paribas, apuntó al uso creciente de "monederos" por parte de empresas de tecnología o de comercio electrónico para almacenar dinero de clientes, exponiendo que se trataba de otra forma más de captar depósitos y que debería tener una regulación equivalente.
"Cuando una tercera parte se implica en el sistema de pagos, cuesta no apreciar una actividad de captación de depósitos, y hemos trabajado mucho para proteger a los depositantes en el pasado", explicó Lemierre en un evento organizado en Bruselas por el Instituto de Finanzas Internacionales, un lobby de la banca global.
"La palabra mágica es 'monedero'", señaló. "Para mí, el 'monedero' se aproxima a un depósito, así que [los reguladores] tienen que analizarlo".
EUROPA SE QUEDA ATRÁS
Ana Botín, la presidenta de Banco Santander, advirtió que Europa se estaba quedando atrás con respecto a EEUU y China porque no contaba con un mercado único de servicios. "A fecha de hoy, no se compite en igualdad de condiciones con respecto a los datos en Europa", denunció Botín, añadiendo que aunque "no le importaba competir" con las grandes plataformas tecnológicas, tenía que hacerse "en las mismas condiciones -todos captan depósitos y realizan pagos-".
La banquera pidió a los reguladores que estableciesen un "marco legal único para los datos". Axel Weber, el presidente de la entidad suiza UBS, señaló: "No estamos dando a los datos [de los clientes] todo el uso que podríamos darles, o que ya están dándoles otros, porque somos bancos".
A los banqueros les preocupa que les obliguen a abrir sus datos a terceras partes en Europa, sin recibir un acceso recíproco a los de grandes tecnológicas estadounidenses como Amazon, Google, Facebook y Apple, que se están expandiendo a los pagos y otros servicios financieros. También observan cómo los grupos de tecnología chinos Alibaba y Tencent han alcanzado en poco tiempo una cuota dominante del negocio de pagos minoristas de su país.
No obstante, los reguladores parecen hacer oídos sordos a estas demandas. "Somos reacios a establecer algún tipo de regulación por miedo a reprimir la innovación", explicó Bill Coen, el secretario general del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.
Coen añadió que su comité permanecía "atento a los acontecimientos" para asegurarse de que la estabilidad financiera y la igualdad de condiciones no estuviesen en riesgo, pero aseguró que ninguno de estos puntos suponía un motivo de preocupación reseñable por el momento.
Olivier Guersent, el director general de servicios financieros de la Comisión Europea, acentuó que la "seguridad y la competencia" fueron las dos prioridades principales para los reguladores a la hora de introducir las reformas de la banca abierta en la segunda directiva de servicios de pago de la UE que entró en vigor este año.
No obstante, Francisco González, el presidente de BBVA, advirtió: "Será como el salvaje oeste, con unas pocas plataformas dominando el mundo. Pienso que los reguladores tienen que despertar".
Otros se quejaron de que las grandes tecnológicas se estaban aprovechando del trabajo hecho por los bancos, como los controles de compliance que realizan cuando abren cuentas.
"Amazon siempre pide una tarjeta de crédito para cada compra -se llevan los beneficios y nosotros los costes-", señaló Sylvie Matherat, responsable de regulación en Deutsche Bank y ex autoridad del Banco de Francia. "Es injusto; ha influido en nuestra rentabilidad".