Economía

China y EEUU se muestran los dientes ad portas del inicio de la era Trump

Gigante asiático aumenta presencia militar en islas disputadas, justo después de anuncios y declaraciones del presidente electo.

Por: Maria Akbulyakova | Publicado: Viernes 16 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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“Se espera que la paz en el estrecho de Taiwán no sea interrumpida. Pero China continental tiene que mostrar su decisión de recuperar Taiwán a la fuerza. La paz no pertenece a los cobardes”, señaló ayer una nota editorial del periódico estatal chino Global Times, dando cuenta del tono crecientemente agresivo que el gigante asiático adopta a medida que se intensifican los roces con Estados Unidos.

Esta semana, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales estadounidense anunció que China está desplegando armas –en particular, aparatos antiaéreos y anti-misiles– y construyendo una torre de radares en las islas Spratly, reclamadas por varios países. El director de la institución, Greg Poling, describió el escenario como una “militarización”, lo que “significa que se está preparando para un futuro conflicto”.

La noticia llegó días después de que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, recibiera una llamada de la mandataria de Taiwán, Tsai Ing-wen, cuyo país es considerado una región propia por el gigante asiático, desatando roces bilaterales. El domingo pasado, el futuro jefe de Estado dijo además que su país no debía atarse a la política de “una sola China” que sus predecesores han respetado por décadas.

Este miércoles, el embajador de China en EEUU, Cui Tiankai, señaló que la soberanía nacional e integridad territorial de su país no puede ser una “moneda de cambio” para las relaciones comerciales.

Por su parte, An Fengshan, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, aseguró que la defensa del principio de “una sola China” es clave para la relación con EEUU y que desecharla podría “impactar la paz” en la región.

Militarización

El Ministerio de Defensa de China defendió ayer su derecho a implementar “instalaciones militares necesarias” y señaló que la construcción es mayormente para el “uso civil”, agregando que es “legítima y legal”.

“Si alguien está haciendo una muestra de fuerza en tus puertas, ¿no estarías preparando tu honda?”, sentenció la institución, en referencia a los movimientos de la flota estadounidense en la región.

A su vez, el portavoz del Ministerio del Exterior, Geng Shuang, señaló que “las islas Nansha (el nombre chino para las islas Spratly) es el territorio inherente chino, por lo tanto, la construcción “es completamente normal. Si eso se considera militarización, ¿por qué entonces la navegación de las flotas en el Mar Meridional de China no lo es?”, agregó.

Según estimaciones de EEUU, Beijing ha construido más de 1.300 hectáreas de terrenos artificiales en el mar en los últimos tres años, llenándolos con puertos, caminos, hangares para aviones y equipamiento comunicacional. El miércoles el almirante Harry Harris, jefe del comando de EEUU en el Pacífico, aseguró desde Australia que su país no abandonará a sus aliados en la región Asia-Pacífico y enfrentará la política agresiva de China sin importar cuántas bases militares ponga el país.

El factor Tillerson

Si la geopolítica no funciona, el sector empresarial podría hacerlo. El secretario de Estado nominado por Donald Trump, Rex Tillerson, tiene fuertes vínculos con los negocios y la política en la región, y conoce de cerca a la élite china. Como jefe ejecutivo de Exxon Mobile, Tillerson lidió con las crecientes ambiciones del gigante en el Mar Meridional de China que afectaban los intereses de la petrolera, en particular, en un proyecto de exploración con Vietnam.

“Es pragmático, decisivo, y tiene buena reputación en la industria petrolera china”, dijo a Bloomberg Lin Boqiang, consejero de la Administración Energética Nacional del país y director del Centro de Investigación de Economía Energética de la Universidad de Xiamen.

Los territorios del Mar Meridional de China son disputados por varios otros países, incluyendo Filipinas, Vietnam, Brunei y Malasia, por su importancia para el comercio internacional y posibles reservas de petróleo.

 

Automotriz estadounidense será multada

 

Aunque pocas personas creen que el intercambio de declaraciones ofensivas llevará a EEUU y China a una confrontación militar, el país asiático está buscando influir a la política estadounidense a través del sector empresarial, cuyos intereses en el país se evalúan en más de US$ 500 mil millones. El diario oficial China Daily informó esta semana que las autoridades multarán a una automotriz de EEUU –sin especificar cuál– por "comportamiento monopólico".


El director de la oficina de supervisión de valores de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma Según, Zhang Handong, llamó a no "leer algo inapropiado" sobre el momento o el objetivo de la multa y aseguró que el castigo es porque la compañía instruyó a los distribuidores para que fijaran los precios a partir de 2014.


Según las fuentes de Bloomberg, el caso se refiere a General Motors. Y mientras que los detalles de la investigación no están claros, el anuncio llevó a la baja las acciones tanto de GM como de Ford, ya que el mercado chino es crucial para ambas: en 2015, 37% de los autos vendidos por GM fueron comprados por los consumidores chinos (es su mercado número uno). A su vez, las ventas en este país representan 16% de ganancias de Ford antes del descuento de impuestos. En un comunicado, GM dijo que "respeta las leyes en todos los países en que opera". En 2014, multas parecidas fueron aplicadas a Mercedes-Benz, Volkswagen y Fiat Chrysler.


En tanto, las autoridades asiáticas aseguran que la inversión extranjera es bienvenida. El embajador de China en EEUU, Cui Tiankai, dijo que gobierno se preocupará de la "igualdad de condiciones para empresas domésticas y extranjeras", mientras el portavoz de Cancillería, Geng Shuang, agregó que el país "da la bienvenida a las empresas extranjeras para invertir y operar en China".

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