La economía del Reino Unido podría sufrir efectos negativos tras la debacle electoral de las elecciones de ayer, en que el partido conservador perdió su mayoría parlamentaria y el rol de la premier Theresa May como líder se puso bajo cuestionamiento.
El país no ha podido recobrar el ritmo y sumarse a la recuperación europea. Ya en el primer trimestre, el PIB británico se desaceleró para expandirse apenas 0,2% en comparación con el período anterior. Al mismo tiempo, la reciente aceleración de la inflación comienza a afectar el gasto de los consumidores.
El economista de Capital Economics Paul Hollingsworth dijo a Bloomberg que "es muy posible que veamos un impacto negativo sobre el crecimiento" tras la elección.
Por su parte, el economista jefe de Citigroup, Willem Buiter, señaló que las perspectivas de un Brexit "duro", en el que el Reino Unido deja la UE sin un acuerdo comercial, están "bastante descartadas".
Todo ello podría dificultar la misión del Banco de Inglaterra (BoE), que se reúne la próxima semana para discutir la política monetaria. Economistas consultados por Bloomberg no esperan que las tasas se muevan desde el 0,25% en que están actualmente, el gobernador de la entidad, Mark Carney, podría ofrecer una nueva visión sobre sus previsiones para la economía británica, en momentos en que se prepara para negociar su salida de la Unión Europea.