Miembros de la Fed están divididos sobre un aumento de las tasas en junio
La caída del petróleo y las menores presiones inflacionarias hacen que algunos integrantes incluso planteen esperar hasta 2016.
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Los inversionistas están atentos a cualquier señal de la Reserva Federal sobre cuándo comenzará a subir las tasas de interés, actualmente en un mínimo de entre cero y 0,25%. La decisión marcará un punto de inflexión clave en la política monetaria más expansiva de su historia, que gatillará un reacomodo en los flujos mundiales de capital y que impactará a todos los mercados financieros.
Por eso, la minuta de la última reunión de política monetaria, celebrada en marzo, era esperada con ansias. Una señal contundente de consenso para comenzar a elevar los tipos en junio, como esperan muchos expertos, habría acelerado el reacomodo. En vez de eso, la transcripción del encuentro, que fue publicada ayer, reveló que los gobernadores del banco central de EEUU se mostraron divididos sobre la fecha más conveniente para iniciar el ajuste.
"Varios participantes opinaron que los datos y la perspectiva económica probablemente garantizarán que comience la normalización en la reunión de junio", señala el documento.
Sin embargo, otros miembros argumentaron que la caída en los precios del petróleo y la fuerte apreciación que ha registrado el dólar en los últimos meses respecto de otras monedas seguirían conteniendo la inflación, lo que sugiere que los tipos podrían mantenerse sin variaciones hasta más adelante en el año. Algunos incluso señalaron que la economía no estará preparada para el ajuste hasta 2016.
En el comunicado publicado después de la sesión, el organismo emisor aseguró que sería apropiado aumentar las tasas una vez que haya visto un fortalecimiento en el mercado laboral y que esté "razonablemente confiado" de que la inflación regresará hacia la meta de 2%.
Las minutas revelaron algunos detalles respecto de qué acontecimientos les dará a las autoridades la tranquilidad para actuar.
"El proceso de normalización podría ser iniciado antes de ver incrementos en la inflación subyacente o en la inflación salarial", detalló la transcripción.
"Una mayor mejora en el mercado laboral, una estabilización de los precios de la energía y una nivelación del valor del tipo de cambio del dólar fueron vistos como útiles en establecer la confianza que la inflación ascendería", afirmó la transcripción.
Paul Ashworth, economista jefe para EEUU de Capital Economics, acotó en una nota que "la Fed nos puede decir qué cambios en los datos no necesariamente necesita ver, simplemente no nos puede decir que es lo que necesita ver. Genial".
En la declaración tras la reunión, la entidad sostuvo que las ganancias en empleo habían sido "sólidas" y que las condiciones del mercado laboral habían "mejorado aún más".
Desde el último encuentro, los datos económicos han sugerido que la economía se enfrió como resultado de unas condiciones meteorológicas inusualmente severas, una débil demanda externa y una desaceleración en la inversión de capital relacionada con el sector energético.