La posibilidad de que el gobierno apruebe las reformas fiscales, como la del sistema de jubilaciones, y que Brasil haya logrado un crecimiento mayor de lo esperado en el corto y mediano plazo, fueron las dos razones de Moody's para mejorar la perspectiva.
"Moody's cree, en resumen, que los riesgos negativos para el crecimiento y las incertidumbres relacionadas con el ímpetu para las reformas, que llevaron a la asignación de la perspectiva negativa para el ráting Ba2 (dos grados abajo el nivel de inversión) en mayo del año pasado, disminuyeron", destacó la agencia en un comunicado.
El tono más optimista se produjo unos días después del encarcelamiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se había manifestado en contra de los actuales esfuerzos de ajuste del gobierno y lidera las encuestas antes de las elecciones presidenciales de octubre.
Lula se entregó a la policía el sábado para comenzar a cumplir una condena de 12 años por una condena por soborno, lo que obstaculiza sus esfuerzos para volver al poder.
Las demás agencias de clasificación de riesgo con reconocimiento internacional rebajaron a Brasil a tres niveles por debajo del grado de inversión a principios de año, tanto por el elevado déficit público del país como por la lenta recuperación en 2017 tras la profunda recesión de 2015 y 2016.
En enero, Standard & Poor's disminuyó la nota de la deuda brasileña, que pasó de "BB" a "BB-", con una "perspectiva estable", debido al retraso en la aprobación del ajuste fiscal y de la reforma de las pensiones y en febrero, la agencia Fitch también re