El Banco Central de Irlanda (ICB) anunció hoy que cuatro entidades financieras de este país necesitan 24.000 millones de euros (US$ 33.835 millones) adicionales para hacer frente a una eventual situación de crisis extrema de la economía, según revelan las pruebas de resistencia.
Esa es la cifra fijada después de someter a las cuatro entidades a tres ejercicios o escenarios que midieron sus respuestas a situaciones "extremas e improbables", como una baja de los precios de la vivienda o un aumento del desempleo, informó el gobernador del ICB, Patrick Honohan.
Las entidades sometidas a la auditoría son Irish Life & Permanent (IL&P), Bank Of Ireland (BoI), Allied Irish Banks (AIB) y ESB, estas dos últimas ya bajo control estatal junto al Anglo Irish Bank y el Irish Nationwide.
Las pruebas de solvencia indican que el AIB necesita 13.300 millones de euros (US$ 18.750 millones) adicionales, seguido por el BoI con 5.200 millones (US$ 7.330 millones), el IL&P con 4.000 millones (US$ 5.639,16 millones), y el ESB con 1.500 millones (US$ 2.114 millones).
Los llamados "test de estrés" tienen como objetivo, declaró Honohan, que los bancos irlandeses generen confianza para regresar a los mercados internacionales y obtener financiamiento demostrando tener suficiente liquidez para hacer frente a los "pronósticos más negros".
"Me sorprendería que tuviésemos que volver aquí para decir que necesitamos más dinero", dijo el gobernador al reforzar la credibilidad de estas pruebas respecto a las efectuadas el pasado mes de julio, que declararon solventes a las entidades irlandesas.
En ese escenario extremo, los bancos nacionales podrían sufrir pérdidas durante los próximos tres años de unos 37.000 millones de euros (US$ 52.162 millones).
Esta es la quinta ocasión que Irlanda trata de determinar el verdadero tamaño del agujero de su banca, en la que ha invertido desde el comienzo de la crisis en 2008 unos 46.000 millones de euros (US$ 64.850 millones) y que ahora se elevará hasta los 70.000 millones (US$ 98.685 millones).