El presidente de la Reserva Federal (Fed) de
Estados Unidos, Ben Bernanke, aseguró que la entidad sigue muy de cerca la
evolución del dólar, después de que en las últimas semanas haya sufrido una
depreciación considerable respecto a otras divisas internacionales.
Afirmó que la entidad diseñará una política para "evitar riesgos" al objetivo
de "promover un máximo de empleo y estabilidad de los precios".
El presidente de la
Fed agregó que hay que lograr una fortaleza económica que
ayude a asegurar la presencia de un dólar fuerte, para que sea una "fuente de
estabilidad global".
De hecho, Bernanke señaló que la fuerte depreciación
experimentada por el billete verde en las últimas semanas es un reflejo de la "reciente
subida de las materias primas”, al igual que están motivadas por "un
repunte de la actividad global".
Sin embargo, y pese a este escenario, el banquero volvió a insistir
en que "los tipos de interés permanecerán bajos durante un largo periodo
de tiempo", a pesar de que la economía haya regresado al crecimiento, ya
que las condiciones actuales así lo requieren.
El máximo responsable de la Fed sostuvo que existen dificultades aún en el
flujo del crédito, que junto a "una tasa de desempleo al alza y una
economía débil, retrasarán la recuperación”.
El alto funcionario reconoció "retos significantes" para
el próximo año, aunque añadió que "unos cambios notables en las
condiciones económicas, cambiarían el panorama de la política monetaria".
Para el próximo año Bernanke proyectó "un moderado crecimiento, que no será lo
suficientemente fuerte como para reducir el desempleo", con lo que la
política acomodaticia de la Fed
se mantendrá durante unos meses más.