El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que impondrá un arancel adicional del 50% a China si Beijing no retira sus gravámenes de represalia.
"¡Adicionalmente, todas las conversaciones con China relativas a sus reuniones solicitadas con nosotros se darán por terminadas! Las negociaciones con otros países, que también han solicitado reuniones, comenzarán a tener lugar inmediatamente", dijo Trump en un post en Truth Social.
Sin embargo, personas familiarizadas con la situación en Beijing y Washington afirmaron al Financial Times que no se había producido ningún tipo de discusión seria entre ambas capitales.
La administración Trump impuso a China aranceles adicionales del 34% la semana pasada, que se sumaron a los gravámenes del 20% que ya había impuesto. En respuesta, China aumentó los gravámenes a los productos estadounidenses en un 34% adicional, aunque retuvo cierta potencia para cualquier negociación.
La amenaza de Trump de aumentar drásticamente los aranceles a China, el mayor exportador mundial, se produjo en un día de gran volatilidad en los mercados estadounidenses.
El índice bursátil S&P 500, el principal índice bursátil, osciló en un amplio rango, pero bajó alrededor de un 2% al mediodía en Nueva York. Apple, que tiene una fuerte exposición a China a través de sus cadenas de suministro, cayó casi un 6%.
Los mercados de materias primas también se vieron sometidos a presión, con el crudo Brent, el índice de referencia internacional, y el West Texas Intermediate, el de referencia en EEUU, cayendo cada uno alrededor de un 2%. El cobre, un metal industrial ampliamente utilizado y considerado un indicador de la confianza en la economía mundial, cayó un 4%.