El presidente de EEUU, Donald Trump, dijo que podría detener el comercio de aceite comestible con China, inyectando nuevas tensiones en la relación comercial entre ambas potencias.
Trump presentó estemartes la posible medida como una represalia frente a la negativa de Beijing a comprar soya estadounidense, lo que calificó como “un acto económicamente hostil” destinado a “generar dificultades a nuestros productores de soya”.
“Estamos considerando terminar los negocios con China relacionados con el aceite comestible y otros aspectos del comercio, como represalia. Por ejemplo, podemos producir fácilmente nuestro propio aceite comestible, no necesitamos comprarlo a China”, publicó el mandatario en redes sociales.
El índice S&P 500 revirtió sus ganancias tras los comentarios de Trump, que reavivaron el conflicto con China. Pocas horas antes, tanto el presidente como el representante comercial de EEUU, Jamieson Greer, habían expresado confianza en que las fricciones se aliviarían mediante las negociaciones en curso. Las acciones de las comercializadoras de granos Archer-Daniels-Midland y Bunge repuntaron tras el anuncio, borrando las pérdidas anteriores.
Una interrupción del comercio de aceite comestible podría tener efectos amplios en el cinturón agrícola estadounidense y en los mercados energéticos. El aceite usado, al igual que la soya, se utiliza como materia prima para biocombustibles como el diésel renovable. La administración Trump ya se movía para reducir los incentivos a la importación de suministros extranjeros de aceite usado. Las compras desde China alcanzaron un récord en 2024, según el Departamento de Agricultura.
La volatilidad comercial
Los acontecimientos de estel martes reflejaron la montaña rusa que ha caracterizado la relación entre EEUU y China desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, manteniendo a los inversionistas en vilo ante el riesgo de una guerra comercial plena.
Greer había elevado las expectativas de que las negociaciones arancelarias con el gobierno chino seguían sobre la mesa, al señalar que altos funcionarios de Washington y Beijing sostuvieron conversaciones el lunes, y que Trump y el presidente Xi Jinping aún tienen “una cita programada” para reunirse más adelante este mes.
Trump también se mostró moderadamente optimista respecto de un posible desenlace favorable.
“Tenemos una relación justa con China y creo que estará bien. Y si no lo está, también está bien”, dijo el mandatario a la prensa más temprano en la Casa Blanca. “Hay muchos golpes en juego, y hemos sido muy exitosos”.