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Empresas de retail mexicanas sufren su peor año desde 2009

La fragilidad de la economía local y los mayores impuestos al consumo han marcado los resultados de las compañías.

Por: | Publicado: Lunes 4 de agosto de 2014 a las 05:00 hrs.
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Con la economía mexicana en un estado débil, y con una reforma fiscal que ha elevado los precios de muchos bienes, 2014 ha sido un año pobre para los retailers, provocando que muchos reevalúen sus estrategias de inversión. El malestar actual ha comenzado a tener un efecto sobre la inversión y el empleo en el sector. Si bien la Copa Mundial habrá ayudado a alentar las ventas del verano boreal, se mantienen las dudas sobre las perspectivas de crecimiento para el resto del año y hacia el próximo, lo que sugiere que un regreso a los días buenos podría tener que esperar hasta 2016.

Pese a las altas expectativas para México, los minoristas han reportado algunas de sus peores cifras desde la recesión de 2009. Según la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), el crecimiento año sobre año en ventas de retail nominales fue sólo 4,5% en el primer semestre y, con la inflación cerca de 4%, las ganancias reales han sido más modestas. Las ventas en “mismas tiendas” han subido sólo 0,2%. Esto se ha dado en medio de un panorama a corto plazo de débil expansión de las ventas generales a medida que la economía pesa sobre el gasto de los consumidores.

Menor inversión


Como resultado de menores ingresos y ganancias más bajas, el sector está dando a entender que pondrá el freno sobre la inversión, que Antad había estimado en US$ 4 mil millones al año. Las cadenas de super e hipermercados han gastado menos en 2014, particularmente al contratar menos personal. Tres de los mayores jugadores, Soriana, Walmex (la unidad mexicana de Walmart) y Comercial Mexicana, incluso han reducido sus planillas.

En tanto, algunas cadenas han cerrado unidades de bajo rendimiento, mientras el ritmo de aperturas se ha ralentizado. Desde el año pasado, Walmex ha estado moderando su expansión al abrir sólo 29 tiendas en la primera mitad de 2013, menos de un tercio de la tasa de apertura registrada en años previos. Este año, la tendencia se ha acelerado, con Comercial Mexicana invirtiendo significativamente menos que en el mismo período de 2013, a pesar de promesas anteriores de redoblar sus planes de expansión.

Prevalecen los descuentos 


En vez de eso, las estrategias se han enfocado en lanzar descuentos para aprovechar el verano boreal. Comercial Mexicana tuvo un buen desempeño durante la Copa Mundial, pero eso fue en gran parte en anticipación a su tradicional campaña de ventas de julio. Walmex y otros retailers han tomado nota al lanzar sus propias campañas en dicho mes, aunque gran parte de esta estrategia ha sido impulsada por necesidad. Con débiles ventas minoristas y magro crecimiento económico, muchas firmas han tenido que recortar los precios para deshacerse de inventarios no deseados.

Más recientemente ha habido razones para el optimismo. Los ingresos mejoraron en junio, aunque esto fue alentado principalmente por las ventas de activos y la reducción de costos, con el crecimiento del ingreso de retail aún modesto. Las ventas vieron algo de repunte durante el segundo trimestre, pero eso ha sido atribuido en parte a los efectos de la Copa Mundial en las ventas. El verano entregará algo de impulso como un período de ventas tradicionalmente más fuertes, especialmente a medida que proliferan los descuentos en julio y agosto. Pero una vez que se terminen las ofertas, se mantendrán las preguntas sobre si es que el crecimiento será sostenible el resto del año.

En el lado positivo, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información ha reportado cinco meses consecutivos de mejora en la confianza de los consumidores tras un derrumbe en enero causado por la reforma fiscal. Sin embargo, esto aún no se traduce en un crecimiento sólido de las ventas.

Alza impositiva pasa la cuenta


Además de la desaceleración económica, los consumidores han enfrentado mayores precios en algunos ítems populares de alimentos y bebestibles como consecuencia de la implementación de nuevos impuestos sobre el contenido azucarado para combatir la obesidad. Los retailers ya se han quejado de que el gravamen ha tenido un efecto adverso sobre las ventas, con los pequeños negocios siendo particularmente golpeados. Una encuesta de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) reveló que casi 40% de sus miembros cree que están peor que en 2013. Más de 75% estima que está pagando tributos excesivos y 38% mencionó el nuevo impuesto sobre la comida chatarra como el principal culpable.

Antad también moderó sus expectativas para los próximos años, manteniendo que las ventas podrían no recuperarse hasta 2016. Además de exigir incentivos para el consumo, la asociación ha estado presionando al gobierno para que sea más agresivo para contrarrestar la gran economía informal del país, que debilita las ventas formales durante los tiempos de debilidad económica.

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