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La posición financiera neta de los hogares en España alcanza un máximo histórico

Desapalancamiento y alzas en precios de activos tienen un positivo efecto de riqueza sobre el consumo y la inversión real, lo que podría impulsar la demanda agregada.

Por: | Publicado: Miércoles 4 de junio de 2014 a las 05:00 hrs.
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La posición financiera neta -excluyendo bienes raíces- de los hogares españoles subió a un récord de 1,04 billón (millón de millones) de euros a fines de 2013, proporcionando nuevas pistas de que la recuperación finalmente podría estar llegando tras siete años de crisis. Esta mejora refleja una mezcla de continuado desapalancamiento y alzas en los precios de los activos. Las deudas totales de los hogares cayeron a 846.900 millones de euros el año pasado, un descenso de 6,1% respecto de 2012 y la mayor caída anual desde el comienzo de la crisis. Al mismo tiempo, el valor de los activos financieros de los hogares aumentó 9,1% a 1,9 billón de euros, el mayor incremento también desde el comienzo de la crisis.

El efecto combinado significa que la riqueza financiera neta de los hogares aumentó en 212.800 millones de euros, un impresionante incremento de 25,6%. Normalmente se esperaría que esta alza generara un positivo efecto de riqueza sobre el consumo y la inversión real, impulsando la demanda agregada. Si esto ocurre, la recuperación podría ser más fuerte de lo que se esperaba, pese a la continua debilidad en el crecimiento de los ingresos disponibles de los hogares, que aumentó sólo 0,3% anual en el último trimestre de 2013.

Giro en los mercados

El alza en el valor de los activos fue impulsada por un incremento de 34,2% en el valor de las posiciones en valores financieros a 644.500 millones de euros. Esto incluye tanto valores transados como no transados, al igual que cuotas de fondos de inversión, y refleja el cambio en el precio que los mercados financieros globales asignan al riesgo en la euro zona tras el compromiso en 2012 del Banco Central Europeo (BCE) de hacer “lo que sea necesario” para proteger la divisa única. Esto alejó el fantasma de un quiebre en la zona euro y ayudó a poner fin a la crisis de balanza de pagos de España: los masivos flujos de salida de capital fueron revertidos y renovados flujos de entrada hicieron subir los precios de los activos.

El valor de los depósitos bancarios también subió en 2013, en 27.100 millones de euros a 797.400 millones, mientras que las posiciones en efectivo cayeron en 4.400 millones de euros a 84.700 millones. En contraste con las posiciones en valores financieros, que se mantienen 21,2% por debajo de 2007, el valor total del efectivo y los depósitos ahora está 21,1% por sobre 2007, en 882.100 millones. Sin embargo, esto representa una tasa de crecimiento promedio de sólo 3,2% anual, menor de lo que se esperaría de una economía saludable.

Crisis inmobiliaria

Mientras que la riqueza financiera neta (activos menos deudas) alcanzó un nuevo máximo en 2013, el valor bruto de los activos financieros sigue ligeramente (1,7%) por debajo del peak de 1,92 billón de euros de 2007. Sin embargo, la recuperación en el valor de los activos financieros provee sólo una visión parcial, ya que una proporción inusualmente alta de la riqueza total de los hogares españoles —cerca de 90%— se mantiene bajo la forma de propiedades.

Según el Instituto Nacional de Estadística, los precios nominales de las viviendas cayeron 7,8% el año pasado y ahora están 36,6% bajo los niveles de fines de 2007. En términos reales, tras descontar el IPC, han caído más de 40% desde 2007. Dicho lo anterior, la evidencia anecdótica apunta a la estabilización en los precios a medida que repunta la demanda. Si esta tendencia se sostiene, es probable que genere un efecto de riqueza más potente que el alza en los precios de los bonos o acciones



Desapalancamiento

Por el lado de los pasivos, 2013 vio un mayor desapalancamiento. La deuda bruta de los hogares cayó por tercer año consecutivo, a 846.900 millones de euros. Esto la dejó 114.700 millones por debajo de su nivel de fines de 2010, cuando anotó un récord de 961.600 millones. La caída refleja una combinación de endurecimiento en las condiciones de crédito de los bancos y mayor propensión de los consumidores a pagar sus préstamos. Dada la depresión de la economía, con alzas en el desempleo y estancamiento de los ingresos, la escala del desapalancamiento en los años recientes es notable.

Antes de 2013, el impacto de la contracción en la deuda de los hogares en términos absolutos era anulado por el declive general de la economía. Como proporción del PIB, la deuda de los hogares sólo cayó de 88,9% a 87,6% entre 2007 y 2012. En 2013, sin embargo, este ratio cayó mucho más sustantivamente, a 82,8% del PIB. Hay razones para estar optimistas de que esta tendencia continuará. Si la confianza y la actividad económicas siguen repuntando podría haber nuevas reducciones en la deuda de los hogares como proporción del PIB, incluso si el ritmo del despalancamiento se desacelera, lo que impulsaría el consumo de los hogares.

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