Decisión de S&P es un llamado de atención sensato para Washington
La medida es simbólica, pero ruidosa...
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Por JOHN AUTHERS
Los mercados financieros operan dando por sentado que la deuda soberana de Estados Unidos es “libre de riesgo”. Por lo tanto, es comprensible que los mercados hayan reaccionado con fuertes caídas después de que Standard & Poor‘s informara que había rebajado a “negativa” la perspectiva de la calificación de la deuda norteamericana.
Es un gran momento. Standard & Poor‘s le ha asignado la misma nota al Tío Sam desde 1941; y durante los períodos de guerra y paz continuamente lo calificó con Triple A, la categoría más alta. Desde que introdujo su sistema de perspectivas en 1991, nunca había puesto a Estados Unidos en categoría “negativa”, no así Moody‘s que lo hizo en una oportunidad durante 1996.
La probabilidad de que Standard & Poor’s termine rebajando la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos no es insignificante. En la historia, la reducción de nota le sucede a un tercio de los créditos dentro de los seis a veinticuatro meses después de que fueron colocados en “perspectiva negativa”.
Sin embargo, de todos modos la medida es más simbólica que otra cosa. Estados Unidos tiene que descender nueve escalones antes de perder su categoría de grado de inversión. Y cada vez son menos los fondos que tienen el mandato de retener solamente títulos valores Triple A, por lo que será una pequeña cantidad la que esté obligada a vender deuda.
Históricamente, los créditos calificados con doble A no cumplen con sus compromisos en un 1,15% dentro de los 15 años, mientras que los triple A declaran un incumplimiento en un 1,09%. No es exactamente una diferencia enorme.
La mayor importancia de la medida que tomó Standard & Poor’s, y la razón por la que el precio de los bonos del Tesoro realmente subió durante el día, podría ser política.
El déficit es un problema político. Los políticos normalmente necesitan de una crisis financiera descomunal para sentirse impulsados a actuar.
La medida de Standard & Poor’s es un intento provocativo pero sensato de lograr que Washington se ponga en marcha, sin que todos tengan que pasar por otra crisis financiera.