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FT: Piñera regresa a la presidencia de Chile con un tono más inclusivo y social

“Decir que los Chicago Boys están de regreso es no entender lo que está pasando”, dijo un estrecho colaborador del nuevo mandatario.

Por: Benedict Mander, Financial Times | Publicado: Domingo 11 de marzo de 2018 a las 09:37 hrs.
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Cuando Sebastián Piñera, el multimillonario de cabellos canosos que ha declarado grandiosamente ser descendiente directo del último emperador Inca, terminó en 2014 su período de cuatro años como presidente de Chile, las encuestas los ubicaban como el cuarto presidente más impopular desde el regreso de la democracia. Este domingo, regresa al poder.

La reelección de Piñera marca el ultimo retroceso de la izquierda en Latinoamérica y podría ser el preludio de un nuevo impulso de las políticas pro inversión, si es que ha logrado afinar el oído que lo complicó en su primer período.

El hombre que levantó un imperio de negocios que se extendía desde la privatizada aerolínea nacional, una de las mayores cadenas de televisión del país y uno de los principales equipos de fútbol del país, se ha ido suavizando con el tiempo, dicen sus asesores. Un estrecho colaborador promete que Piñera será un líder “más maduro, más reflexivo, más humilde y más integrador” esta vez. “Esta vez está mucho menos obsesionado con que lo quieran o no. Mucho más seguro de sí mismo”, dijo Eugenio Tironi, un sociólogo que publicó un libro sobre Piñera en 2011 llamado “¿Por qué no me quieren?” “Eso puede hacer que sea más agradable, más auténtico” dice, agregando que el nuevo equipo de Piñera tiene más experiencia política que el que asumió el mando del mayor país productor de cobre del mundo en 2010.

La agenda del presidente ahora pone un mayor foco en la calidad de vida, una respuesta a las nuevas demandas sociales que surgieron con el crecimiento de la clase media chilena durante el auge de los commodities de 2000-14 y que llevó a que su primera mandato estuviera inundado por masivas protestas callejeras para reclamar por los crecientes niveles de desigualdad.

La experiencia política va a ser clave considerando que el líder de centro derecha tiene minoría en el congreso y enfrenta una oposición mucho más fragmentada que en su primera período.

Esta es la segunda oportunidad en que Piñera sucede a Michelle Bachelet, la ex jefa de derechos de la mujer en Naciones Unidas, cuyos últimos cuatro años en el cargo fueron calificados como Piñera como “una pérdida de tiempo”.

Pero las elecciones del año pasado llegaron a la emergencia de una tercera fuerza política significativa en la izquierda, el Frente Amplio, que fue fundado por los mismos estudiantes que lideraron las protestas contra él y que llegaron a convertirse en héroes populares.

Una de las reformas potencialmente más importante y controversiales del Nuevo presidente será la transformación del muy observado sistema privado de pensiones de Chile, creado por el hermano del nuevo presidente, José Piñera, cuando era Ministro de Seguridad Social de Pinochet en los años ‘80, pero que hoy paga al jubilado promedio menos que el salario mínimo.

La reforma de pensiones  —que probablemente va a traer una mayor participación del gobierno, junto con mayores aportes— ya disfruta de un significativo grado de consenso político y se espera que sea aprobada por el congreso, pero podría generar rechazo desde el Frente Amplio por no ir suficientemente lejos.

Otros puntos de la agenda incluyen la reforma tributaria, mejorar las finanzas públicas, reducir la burocracia y facilitar el proceso de aprobación de grandes proyectos de inversiones, especialmente en el vital sector minero de Chile. Estas buscan recuperar la confianza de los inversionistas tras cuatro años consecutivos de caída en la inversión bajo el gobierno de Bachelet.

De hecho, en el corazón del proclamado proyecto de Piñera para convertir a Chile en un país desarrollado está la promesa de reactivar el crecimiento económico, que espera poder duplicar luego de que la segunda presidencia de Bachelet solo lograra una tasa de crecimiento anual promedio de 1,8% en medio de una caída en los precios del cobre.

Piñera regresa al poder con un significativo impulso económico. La OCDE proyecta un sólido crecimiento económico de 2,9% en 2018 y en 2019 gracias a un panorama más favorable, un aumento del comercio mundial y el repunte en los precios de los commodities.

“Este crecimiento va a ser inclusivo. Tenemos que entender que no se trata solo de crecimiento, sino que parte del tema es extender los beneficios” dice Felipe Larraín, que regresará a su papel como ministro de Hacienda de Piñera.

Esta vez Piñera va a representar “a una derecho más compasiva, con una mezcla de visiones entre liberal y social demócrata”, dijo un cercano asesor.

“Decir que los Chicago Boys están de regreso es no entender lo que está pasando”, dijo el mismo colaborador, en referencia a los discípulos monetaristas de Milton Friedman que influenciaron fuertemente la política económica en los años ’80 durante la dictadura del General Augusto Pinochet.

En un hecho inusual para un líder de derecha, se espera que Piñera continúe en términos generales con los intentos de Bachelet de hacerse cargo de las demandas de una creciente clase media, según Tironi.

“Piñera tiene menos ambiciones de transformar al país que Bachelet en su segunda presidencia” comenta en referencia a los llamados de los seguidores de Bachelet a usar una “retroexcavadora” para derrumbar el orden establecido en Chile. “Esta no va a ser una contrarrevolución”.

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