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Los próximos diez años como miembro de la OMC exigen reformas

Los eventos económicos decisivos de la última década fueron la crisis financiera mundial...

Por: | Publicado: Viernes 25 de noviembre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Los eventos económicos decisivos de la última década fueron la crisis financiera mundial y el cambio de poder a Asia. El primero aceleró el segundo. Pero el catalizador para el surgimiento de Asia como el conductor del crecimiento global vino al principio de la década, con el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC). Este diario lo describió en ese momento como el siguiente paso en el largo camino a la grandeza nacional después de 200 años de aislamiento. Pocos podrían haber anticipado que sería tal salto. El tiempo no fue propicio. Un estancamiento de la economía mundial estaba rondando desde los atentados terroristas del 11-S en EEUU. La entrada de China a la OMC sumó impulso al crecimiento global al abrir el mayor mercado sin explotar del mundo. Diez años después, ha reestructurado el comercio mundial y la geopolítica, y China es ahora el mayor exportador y el segundo importador del mundo.

El ingreso a la OMC no se tradujo automáticamente en un alza de China. Para mantenerse, Beijing ha tenido que reescribir cientos de leyes de comercio e inversión, recortar tarifas, abolir progresivamente las cuotas de exportación y los permisos de importación y fortalecer la protección legal para los derechos de propiedad. Pero la integración de la mayor nación al sistema de comercio mundial sigue siendo un trabajo en proceso. La reforma de su economía local debe seguir para que alcance su completo potencial frente al crecimiento y prosperidad mundial. Las esperanzas de un nuevo ímpetu para el crecimiento depende de que Beijing impulso mayores reformas necesarias para el reconocimiento de la OMC como una economía de mercado.

Luego que la crisis frenó el crecimiento tras el ingreso a la OMC, Beijing lo revivió con masivos estímulos de gasto. Pero no pueden sostenerse eternamente sin más reformas pro mercado. Diez años después, el hombre que negoció la entrada de Beijing por 15 años, Long Yongtu, ha sido franco al respecto. China, dijo, todavía necesita mejorar, por ejemplo, un trato igualitario para las empresas estatales y las pequeñas compañías privadas, y en la transparencia de la legislación de comercio.

China ha alcanzado un hito en el proceso de reformas y su ascenso como una potencia económica en un momento sensible, en la víspera de un cambio de gobierno. El camino futuro exige una clara visión y confianza en la capacidad del país para dar los siguientes pasos de manera equilibrada.

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