Internacional
Impuestos juegan rol clave en los planes para salir de la crisis
Mientras en Alemania el ajuste se realizará en 80% vía ahorros, España depende de mayores tributos para 50% de su consolidación.
Por: | Publicado: Viernes 27 de abril de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Leonardo Ruiz Pereira
Mientras en Chile el gobierno acaba de anunciar su propuesta para una reforma tributaria, el debate sobre los impuestos está en el centro de la estrategia de distintas economías en el mundo, y sobre todo en Europa, para recuperar la estabilidad.
Presionadas para ajustar sus cuentas, las autoridades tienen básicamente dos caminos: recortar el gasto y elevar la recaudación. La manera en que equilibran y combinan estas dos herramientas refleja las diferentes inclinaciones y vocaciones de los gobiernos.
En Reino Unido, por ejemplo, una economía tradicionalmente marcada por el denominado “capitalismo anglosajón”, 80% de la consolidación fiscal proviene de un mayor ahorro, mientras que sólo un 20% depende de cambios en la política tributaria.
La misma combinación está aplicando Alemania, la mayor economía de Europa y que está liderando los llamados a recuperar la confianza de los inversionistas a través de una receta de dura austeridad fiscal.
En el otro extremo del espectro se encuentran países como España, Grecia y Portugal, donde el ajuste proviene en igual medida de recortar los egresos y de engrosar las arcas fiscales a través de mayores gravámenes.
Francia e Italia se ubican en una situación intermedia, con un 60% del ajuste a través de medidas de recortes.
Instrumento electoral
En Francia, que en 2011 registró el mayor incremento del déficit entre todas las economías de la eurozona, el presidente Nicolas Sarkozy inició su campaña para la reelección anunciando alzas de impuestos a las ventas.
De esta manera cambió el foco de la política tributaria desde las nóminas salariales hacia el consumo, siguiendo así el camino que inició Alemania hace diez años, cuando buscó dar vuelta su economía.
Por su lado, el candidato socialista François Hollande, tomó un enfoque más drástico, comprometiéndose a subir los impuestos a los bancos, las grandes empresas y los ricos.
En EEUU, el presidente Barack Obama, que también está luchando por la reelección, anunció cambios a la ley tributaria para bajar de 35% a 28% el impuesto a las empresas en el segmento de mayores ingresos. Sin embargo, su idea es complementar este ajuste con medidas para reducir los vacíos legales a través de los cuales muchas firmas eluden sus compromisos tributarios. Obama también reveló un impuesto mínimo a las ganancias de firmas multinacionales. La oposición, sin embargo, ha calificado la propuesta como insuficiente, y acusó al presidente de dejar a sus empresas nacionales en desventaja por pagar uno de los impuestos más altos en el mundo.
Ampliar la base
Pero mientras unos gobiernos aspiran a elevar la recaudación subiendo los impuestos, otros creen que ese objetivo se cumple mejor bajando las tasas, impulsando así la demanda y la inversión, y ampliando de esta manera la base de contribuyentes que aportan al fisco.
Este es el camino que ha seguido por ejemplo Reino Unido, donde el ministro de Hacienda, George Osborne, propuso como su principal medida para el próximo presupuesto reducir a partir de 2013 el impuesto para el segmento de mayores ingresos de 50% a 45%.
Con el mismo objetivo de aumentar el consumo interno, China, la segunda economía del mundo, recortará los impuestos sobre bienes de consumo y de lujo, así como para vehículos y navíos ambientalmente amigables y equipamiento para la exploración y perforación de gas. El país también pretende reducir o eliminar los impuestos a las inversiones de capital a largo plazo, incluyendo fondos de jubilación. El vicepremier chino, Li Keqiang, dijo el mes pasado que el gobierno, en su plan de estabilidad de precios y crecimiento económico no puede demorar las reformas tributarias que se extenderán a todas las ciudades del país en 2012.
Mientras en Chile el gobierno acaba de anunciar su propuesta para una reforma tributaria, el debate sobre los impuestos está en el centro de la estrategia de distintas economías en el mundo, y sobre todo en Europa, para recuperar la estabilidad.
Presionadas para ajustar sus cuentas, las autoridades tienen básicamente dos caminos: recortar el gasto y elevar la recaudación. La manera en que equilibran y combinan estas dos herramientas refleja las diferentes inclinaciones y vocaciones de los gobiernos.
En Reino Unido, por ejemplo, una economía tradicionalmente marcada por el denominado “capitalismo anglosajón”, 80% de la consolidación fiscal proviene de un mayor ahorro, mientras que sólo un 20% depende de cambios en la política tributaria.
La misma combinación está aplicando Alemania, la mayor economía de Europa y que está liderando los llamados a recuperar la confianza de los inversionistas a través de una receta de dura austeridad fiscal.
En el otro extremo del espectro se encuentran países como España, Grecia y Portugal, donde el ajuste proviene en igual medida de recortar los egresos y de engrosar las arcas fiscales a través de mayores gravámenes.
Francia e Italia se ubican en una situación intermedia, con un 60% del ajuste a través de medidas de recortes.
Instrumento electoral
En Francia, que en 2011 registró el mayor incremento del déficit entre todas las economías de la eurozona, el presidente Nicolas Sarkozy inició su campaña para la reelección anunciando alzas de impuestos a las ventas.
De esta manera cambió el foco de la política tributaria desde las nóminas salariales hacia el consumo, siguiendo así el camino que inició Alemania hace diez años, cuando buscó dar vuelta su economía.
Por su lado, el candidato socialista François Hollande, tomó un enfoque más drástico, comprometiéndose a subir los impuestos a los bancos, las grandes empresas y los ricos.
En EEUU, el presidente Barack Obama, que también está luchando por la reelección, anunció cambios a la ley tributaria para bajar de 35% a 28% el impuesto a las empresas en el segmento de mayores ingresos. Sin embargo, su idea es complementar este ajuste con medidas para reducir los vacíos legales a través de los cuales muchas firmas eluden sus compromisos tributarios. Obama también reveló un impuesto mínimo a las ganancias de firmas multinacionales. La oposición, sin embargo, ha calificado la propuesta como insuficiente, y acusó al presidente de dejar a sus empresas nacionales en desventaja por pagar uno de los impuestos más altos en el mundo.
Ampliar la base
Pero mientras unos gobiernos aspiran a elevar la recaudación subiendo los impuestos, otros creen que ese objetivo se cumple mejor bajando las tasas, impulsando así la demanda y la inversión, y ampliando de esta manera la base de contribuyentes que aportan al fisco.
Este es el camino que ha seguido por ejemplo Reino Unido, donde el ministro de Hacienda, George Osborne, propuso como su principal medida para el próximo presupuesto reducir a partir de 2013 el impuesto para el segmento de mayores ingresos de 50% a 45%.
Con el mismo objetivo de aumentar el consumo interno, China, la segunda economía del mundo, recortará los impuestos sobre bienes de consumo y de lujo, así como para vehículos y navíos ambientalmente amigables y equipamiento para la exploración y perforación de gas. El país también pretende reducir o eliminar los impuestos a las inversiones de capital a largo plazo, incluyendo fondos de jubilación. El vicepremier chino, Li Keqiang, dijo el mes pasado que el gobierno, en su plan de estabilidad de precios y crecimiento económico no puede demorar las reformas tributarias que se extenderán a todas las ciudades del país en 2012.