Puede sonar anacrónico, pero en algunos países de Latinoamérica aún quedan lugares donde una dirección es: la casa azul de dos pisos, frente a la Iglesia, al lado del negocio. Costa Rica, Panamá y Nicaragua están entre las naciones que usan puntos de referencia -como escuelas, parques y negocios- para ubicar a las casas, lo que hace difícil el trabajo para los carteros y los visitantes.
El problema es serio, porque un sistema postal ineficiente puede causar gran impacto en la economía de un país, advirtió recientemente Universal Post Union (UPU).
Eso ha llevado a los países latinoamericanos a modernizarse. En junio, Ecuador y Colombia se convirtieron en los últimos países en introducir un sistema de código postal. El objetivo es reducir el número de correspondencias extraviadas y otorgar a la nación “una identidad a nivel global”, dijo la directora de la Agencia Postal Nacional de Ecuador, María de los Ángeles Morales.
Cerca de 1,7 millón de correos se perdieron en Ecuador el año pasado, pese a que las calles tienen nombres y números, y Morales estima que se gastaron US$ 75 millones en gasolina debido a entregas fallidas. En Costa Rica, en tanto, un 25% de todos los envíos no llega a destino. Según un estudio de 2008, esto le cuesta US$ 720 millones al país al año.
De acuerdo con la UPU, otorgar nombres y números a las calles es esencial en la infraestructura socioeconómica de un país, ya que no sólo mejoran los servicios públicos, sino que se facilitan los negocios y el comercio.
Comercio electrónico
En el caso de Ecuador, el país se dividió en 1.140 zonas postales, cada una de las cuales incluye a 6 mil viviendas y 30 mil habitantes. Las empresas de correo privado que operan en el país se han involucrado en el proceso, y se lanzó una campaña de publicidad masiva.
En Colombia, en tanto, el nuevo código postal se lanzó a fines de junio. El sistema consta de seis dígitos: los dos primeros representan a los departamentos, los dos del medio al municipio y los últimos a las divisiones de cada zona postal. Los códigos de Medellín, por ejemplo, comienzan con 05, los de Barranquilla con 08, los de Bogotá con 11 y los de Cali con 76. En total, el país ya cuenta con 3.600 códigos postales, pero las autoridades esperan llegar a 330 mil.
Uno de los sectores más favorecidos con este cambio sería el comercio electrónico. La introducción del código postal “permitirá ganar mucho, en eficiencia, ahorro de costos y mayor nivel de confianza para los compradores, ya que facilita la identificación de las zonas de entrega, de manera unificada y mucho más controlada”, dijo al diario local La República el gerente de marketing de MercadoLibre Colombia, Andrés Robatel.
En tanto, el managing director de la región andina de Groupon, Robert López, afirmó al mismo medio que “más allá de nuestro proceso logístico nos ayuda a conocer aún más a nuestros clientes, sabiendo cómo están distribuidos y asimismo diseñar las ofertas”.