El Producto Interior Bruto (PIB) de España registró en el
segundo trimestre su menor crecimiento intertrimestral en 15 años revelando la
intensa pérdida de vigor en los sectores de la construcción y del consumo interno,
tradicionales impulsores del crecimiento doméstico en el pasado.
En tasa interanual, el ritmo de expansión económica bajó
hasta el 1,8%, la más baja desde el primer trimestre de 1996 y comparada con
una tasa revisada del 2,6% del trimestre anterior frente al 2,7% anunciada
originalmente.
El bajo crecimiento registrado entre abril y junio se debió
a que la demanda interna sólo creció 1,5 puntos en un contexto de bajo consumo
de los hogares (1,2) y una fuerte caída de la construcción, de hasta 2,4 puntos,
mientras que el sector exterior vuelve a registros positivos por primera vez
desde el primer trimestre de 2001, con una aportación de 0,3 puntos. Debido a
la revisión de la contabilidad nacional entre 2004 y 2007, el INE también ha
rebajado el crecimiento del primer trimestre de este año, en una décima, hasta
el 2,6%.
Ante los datos conocidos hoy, que coinciden con el avance
del INE del pasado 14 de agosto y con las previsiones del Banco de España, el
instituto estadístico señala que la economía española prosigue la senda de
desaceleración que inició en el segundo trimestre de 2007. El PIB a precios
corrientes creció a una tasa interanual del 5,3% en el segundo trimestre,
desacelerando siete décimas su ritmo de avance. De esta manera, el deflactor
implícito de la economía se situó en el 3,4%, dos décimas más que en el
trimestre anterior.