Como una forma de enfrentar el menor crecimiento económico y el menor gasto de los consumidores, el gobierno brasileño ha reforzado el préstamo a través de los bancos con presencia estatal.
Según datos recopilados por Bloomberg, las firmas bancarias controladas por el gobierno representaron 50,3% de los créditos entregados en junio, sobrepasando a todos los otros prestamistas por primera vez desde por lo menos 2002. En los primeros seis meses del año, el préstamo de la banca estatal se aceleró a un ritmo seis veces mayor que el del sector privado y de los bancos extranjeros.
Debido a esto, la solvencia percibida del país en el mercado de los CDS ha sufrido la mayor caída entre los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y la deuda neta ha subido a 68,5% del PIB, que según el Fondo Monetario Internacional es la mayor entre las naciones de dicho bloque.
Maria Rita Gonçalves, analista bancaria de Fitch, declaró a Bloomberg que probablemente los bancos públicos seguirán siendo los impulsores del crecimiento del préstamo en 2014 y su porción de crédito podría ser superior a 50,3%. “La sustentabilidad de eso por un período prolongado es difícil de imaginar”, expresó.
Cálculo de la deuda
La semana pasada, el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, le solicitó al FMI que excluyera de su cálculo de la deuda el monto que está en manos del banco central.
En los últimos cinco años, el Tesoro brasileño le prestó 413 mil millones de reales
(US$ 181 mil millones) a los bancos estatales. El gobierno estima que la deuda es 59% del PIB y le preocupa que el cálculo de 68,5% del FMI esté creando ideas equivocadas sobre su posición fiscal, decía la carta que le escribió Mantega a la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde.
Goldman Sachs pierde a ejecutivos clave en el país
Goldman Sachs, el banco estadounidense que en abril anunció planes de contratar a 50 personas en Brasil, revirtió su idea luego de que la economía se expandiera menos de lo esperado y que ejecutivos clave se fueran de la compañía.
Cerca de un 25% de las 45 personas que trabajan en la división de banca de inversiones de Goldman Sachs en Brasil se han ido de la firma, dijeron fuentes a Bloomberg. El banco está además subarrendando uno de los cuatro pisos en el edificio de Sao Paulo al que se mudó en abril.