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Amazon entra en el 5G para empresas y amenaza el negocio de las firmas de telecomunicaciones

El gigante del e-commerce ofrece una solución sencilla para la tecnología de quinta generación para las compañías, pero deberá enfrentar la dificultad de lograr contratos complejos.

Por: Expansión, España. Editado por M. G. Arteaga | Publicado: Lunes 13 de diciembre de 2021 a las 11:31 hrs.
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Foto: Reuters
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Amazon, el gigante del comercio electrónico y el líder mundial del negocio del cloud, acaba de dar un paso de una importancia potencialmente trascendental para el negocio de las telecomunicaciones: el lanzamiento de AWS private 5G, una solución propia para construir redes privadas de 5G con destino al mundo corporativo.

El anuncio supone una importante amenaza potencial para el sector de las operadoras de telecomunicaciones y para sus perspectivas de crecimiento futuro gracias al 5G. Existe un consenso en el sector acerca de que la mayor parte del negocio incremental que puedan producir las tecnologías de 5G se iniciará en el mundo empresarial, mediante el uso de redes privadas (virtuales o no) de 5G para las empresas.

Estas redes, con su capacidad para conectar millones de dispositivos a la vez y reducir radicalmente la latencia (la velocidad de respuesta de la red), son una herramienta perfecta para elevar la automatización y la robotización de las empresas manufactureras e industriales y mejorar la gestión de las empresas en general. Por eso, las telecos tradicionales como Telefónica o Vodafone han puesto sus ojos en la construcción de redes privadas o redes privadas virtuales para estas empresas.

El anuncio de Amazon, por tanto, amenaza lo que parece la fuente de ingresos adicionales más prometedora para el sector de operadoras de telecomunicaciones con la llegada del 5G.

Otros efectos

Pero no sólo supone una amenaza para las telecos tradicionales. Este nicho de negocio ya ha sido identificado como una gran fuente de ingresos por otro tipo de empresas que también quieren aprovecharse de lo que supondrá el 5G empresarial.

Entre estas empresas se encuentran los grupos de torres de telecomunicaciones, como Cellnex, American Tower o Vantage, que también quieren tener un papel en este sector y ya tienen sus primeros contratos, o consultoras e integradoras tecnológicas del tipo de Accenture o Rakuten.

Hasta ahora, el modelo planteado por las telecos a las empresas se orienta principalmente a ofrecerles redes privadas virtuales, ya que es la propuesta más ventajosa para el operador. Se trata de que la teleco subarriende una parte de su red pública, en una zona acotada, y proporcionarle al cliente empresarial herramientas de gestión directa de esa especie de sub red.

De esta forma, teóricamente, el cliente se beneficia de las economías de escala de la teleco a la hora de construir una red más grande y potente, pero el cliente empresarial puede usarla como si fuera suya.

De hecho, el 5G puro permite el llamado Network Slicing (segmentación de red), que posibilita crear subredes virtuales que tengan diferentes capacidades, como, por ejemplo, la capacidad para asumir muchos dispositivos que tengan poca demanda de velocidad y de latencia (para conectar farolas, papeleras, plazas de aparcamiento, etc.) de una smart city, o para disponer de una latencia muy baja para controlar en tiempo real los robots de una factoría.

Pero si el cliente tiene unas necesidades muy específicas y desea un control absoluto y mucha seguridad, la teleco puede optar como mal menor por ofrecerle la construcción de una red propia, en la que el cliente sea el dueño del equipamiento, aunque la teleco opere y mantenga la red y le proporcione las frecuencias radioeléctricas indispensables. Porque uno de los cuellos de botella de este negocio es la necesidad de contar con frecuencias sobre las que hacer funcionar las redes privadas, virtuales o no. Los operadores disponen de ellas pero las empresas/cliente a veces no tienen acceso a esas frecuencias.

Por eso, la oferta de Amazon está basada en el uso de una banda de frecuencias de uso público y acceso abierto en EEUU, denominada Citizen Broadband Radio Service (CBRS), que en realidad son 150 megahercios en la banda de 3,5 GHz, la misma que va a soportar el uso primordial y fundamental del 5G en Europa.

En algunos países europeos, como Alemania, los Estados han apartado ya frecuencias en esa banda para que las usen directamente las empresas, y la semana pasada se anunciaba un acuerdo por el que Nokia va a construir una red privada de 5G para Volkswagen en su sede central de Wolfsburg (Baja Sajonia), en la que el fabricante aportará sus propias frecuencias en la banda de 3,5 GHz, ya concedidas.

En España aún no se ha reservado espectro para que lo usen directamente las empresas. Pero en la banda de 26 GHz, que el Gobierno va a licitar en 2022, es previsible que una parte se reserve para el uso directo corporativo, dada la gran cantidad de espectro disponible. Esas frecuencias tienen una propagación muy mala y, por tanto, un alcance limitado, pero por definición las redes de 5G empresariales suelen tener una extensión limitada a una fábrica o un campus empresarial concreto.

Lea la nota original completa aquí.

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