Es necesario modificar la legislación laboral para dar más fuerza a las negociaciones entre los trabajadores y los empleadores, afirmó ayer el presidente de Brasil, Michel Temer. “Se debe permitir que las negociaciones colectivas hagan prevalecer lo acordado entre los trabajadores y empleadores”, defendió durante un almuerzo en Nueva York.
Según el mandatario, mantener el empleo ayuda a garantizar la recaudación. “Si alguien pierde su trabajo cae la recaudación y hay gastos asociados al seguro de desempleo. Entonces, realizar estas reformas es importante”.
Por su parte, el ministro del Trabajo, Ronaldo Nogueira, desmintió que haya considerado ampliar la jornada laboral a doce horas y afirmó que la reforma laboral sólo será enviada al Congreso en el segundo semestre de 2017. El secretario de Estado atribuyó el aplazamiento al hecho de que se trata “de un tema complejo” que requiere la participación de todos los involucrados. “El presidente Michel Temer tiene razón cuando decide concentrar todos los esfuerzos en la (solución) de la crisis fiscal”, dijo en Sao Paulo.
Nogueira insistió en que los derechos adquiridos de los trabajadores no serán revocados sino “mejorados”, y que no se eliminará el salario número trece, los feriados, el descanso semanal remunerado ni del Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio.