El
gobernador del Banco de Inglaterra, Mervy King, desarrolló en 2008 un plan
secreto para el rescate de la banca global, según cables diplomáticos
estadounidenses publicados por WikiLeaks.
Seis meses
antes de que la crisis financiera mundial alcanzara su período más álgido y
obligase a los estados a rescatar las instituciones financieras, King reveló a
diplomáticos estadounidenses en esta capital los detalles de su plan secreto.
Éste
consistía en que Estados Unidos, Gran Bretaña, Suiza y tal vez Japón inyectasen
entre todos miles de millones a los bancos globales.
Según el
cable de la embajada de EEUU, del que informa hoy The Guardian, King expresó al
embajador de EE.UU., Robert Tuttle, y al secretario adjunto del Tesoro
estadounidense, Robert Kimmitt, que la necesidad de "un esfuerzo
coordinado para recapitalizar el sistema financiero global" y librar a los
bancos de sus créditos "tóxicos" (irrecuperables).
En su
cable, fechado en marzo de 2008, el embajador de EEUU señalaba que las
propuestas de King no eran "ideas casuales desarrolladas durante una
almuerzo", sino que estaba claro que su "principal objetivo" al
organizar la reunión había sido expresarle a Kimmitt, que estaba de visita en
Londres, su gran plan.
King
propuso entonces que EEUU, Gran Bretaña, Suiza y tal vez Japon formasen
temporalmente un nuevo grupo con vistas a un esfuerzo concertado destinado a
capitalizar a los grandes bancos.
El
gobernador del Banco de Inglaterra estaba preocupado por el hecho de que el G7
-Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña y EEUU-, grupo al que
calificó de "casi disfuncional", no incluía a un país tan abundante
en reservas como China, a Singapur ni a los países ricos de Medio Oriente .
El grupo
alternativo propuesto por King tendría carácter temporal y "tal vez los
bancos centrales y ministros de Finanzas de EEUU, Gran Bretaña y Suiza podrían
coordinar, según el gobernador británico, las discusiones con otros países con
importantes reservas, incluidos fondos soberanos, sobre la posibilidad de
reciclar dólares para recapitalizar los bancos".
Según King,
no habría que incluir en esas discusiones a Japón porque este país tenía, según
él, "poco que ofrecer".
Poco tiempo
después de esa reunión, algunos de los principales bancos británicos, el RBS,
el Lloyds y el HBOS, habían sido rescatados con dinero público, mientras que el
Barclays recurría a los fondos de inversiones de Oriente Medio para evitar
tener que ser rescatado del mismo modo.