José Juan Ruiz: “Europa no es el problema del mundo”
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 4 de julio de 2011 a las 05:00 hrs.
Por G. Turner
desde madrid
El optimismo del director de Análisis y Estrategia del Banco Santander, José Juan Ruiz, parece estar a tono con el veraniego clima que domina las calles y edificios de la flamante Ciudad Financiera, centro de operaciones de la entidad bancaria en Madrid. “Europa no es el problema del mundo”, afirma consciente de las violentas protestas en Grecia y las dificultades de los gobiernos para aplicar los planes de ajuste económicos.
“No hay posibilidad de default cuando los gobiernos y la sociedad están dispuestos a tomar las decisiones, por muy duras que sean”, señala Ruiz, y -en ese marco- sostiene que “Europa ha hecho mucho en el último tiempo” en materia de reformas económicas, a lo que se agrega la imposibilidad del bloque en su conjunto de arriesgar la estabilidad del euro. “Europa no puede permitirse un fracaso del euro; no es necesario y los costos serían altísimos”, señala.
Cifras en mano, el economista advierte que Europa no enfrenta un ajuste mayor al promedio de los países más desarrollados de la OCDE ni al que requiere Estados Unidos para enfrentar su déficit fiscal. A ello se añade, comenta José Antonio Alvarez, director general financiero de Banco Santander, que economías atribuladas, como las de Grecia, España y Portugal, sufren problemas distintos. “El primero es un caso de déficit fiscal por baja recaudación tributaria, el segundo deriva de un problema de deuda privada, mientras que Portugal tiene una economía que no ha crecido”, dice y añade que el factor común es que ninguno controla su política monetaria.
Ruiz agrega que, por ejemplo, Grecia representa sólo el 3% del PIB de la eurozona y el 1% de la deuda bruta como porcentaje del PIB. El problema, entonces, radica en la exposición de la banca internacional en esos US$ 206.000 millones de deuda que acumula el país helénico, de los cuales US$ 162.000 millones están comprometidos con instituciones europeas. “No es una crisis de Europa, sino de un modelo de crecimiento que afecta la estabilidad del sistema financiero internacional”, concluye Ruiz. La solución, por lo mismo, cruza las fronteras del Viejo Continente, mientras los países del euro ganan tiempo para avanzar en su verdadero desafío: “lo que le hace falta a Europa es volver a crecer”.
Latinoamérica y su avance
Un aporte importante para este crecimiento de la economía global y de las empresas en particular, proviene del constante ritmo de desarrollo que están mostrando los países emergentes, incluyendo a las naciones latinoamericanas y su avance en lo que podría ser una década de oro. Estas condiciones tienen a instituciones como el Banco Santander apostando fuerte por la región como espacio de desarrollo frente a lo que Alvarez define como “las inquietudes que afectan al negocio bancario como resultado de la crisis financiera”: presión regulatoria, tensiones de liquidez y falta de crecimiento en los mercados maduros. “Reglas de juego que obligan a la banca a adaptarse” y aprovechar oportunidades: “nuestro reto es liderar el proceso de bancarización de la región en los próximos diez años”, concluye.
Sobre los riesgos para las economías latinoamericanas, José Juan Ruíz advierte dos: “el mundo va hacia mayores tasas de interés, lo que históricamente ha repercutido en crisis de crecimiento para la región” y “como consecuencia del ajuste en las economías, qué pasará con los precios de las materias primas”.
En este contexto, Ruiz adelantó que Santander prevé un ajuste en los precios de las materias primas del 10% sobre su valor nominal actual dentro de los próximos 24 meses, como consecuencia de la presión que ejerce la actual oferta, el menor crecimiento mundial, los ajustes de tasas de interés en las economías desarrolladas y la desaceleración china. “El país más vulnerable a un shock de precios de materias primas es Chile, pero tiene la mejor institucionalidad de la región para enfrentarlo”, añadió.
Pero ni un eventual ajuste de precios de materias primas ni una merma en el crecimiento global reducen el optimismo de Ruiz para Latinoamérica. “La idea de que Latinoamérica estaba condenada al fracaso desapareció de la cabeza de los inversionistas”, afirmó.