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Josefa Cortés: “Sin duda, sin tecnología Palpa no existiría”

En 2019, esta diseñadora de 26 años creó Palpa, un dispositivo pensado para poder enseñarles a mujeres jóvenes a detectar un tumor, incentivando el autocuidado frente al cáncer de mamas. Aquí, la emprendedora repasa las decisiones inteligentes que marcaron la creación y posterior éxito de la startup.

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Josefa Cortés, CEO de la startup Palpa, comenzó este camino hace cuatro años. Y si bien cuenta que siempre fue emprendedora y le interesaba mucho el ámbito comercial, cree que estudiar diseño y lanzarse a desarrollar su proyecto de título son algunas de las decisiones más determinantes que ha tomado en su vida.

Hoy, la startup tiene estandarizada la venta a empresas con un paquete diseñado especialmente para las mujeres, con distintas charlas, seguimiento de quienes se realizan el autoexamen y con miras a exportar su modelo de negocio a otros países, algo que la CEO espera poder comenzar a gestar con fuerza con su traslado a Estados Unidos en junio de este año. Su objetivo: enseñar cómo detectar tumores mamarios.

“Me gusta resolver problemas y desafíos, entonces no me defino como una persona creativa, pero sí metódica y que logró aprender los métodos para poder resolver problemas de la manera más creativa posible”, dice. Algo que vincula a su decisión de estudiar diseño, por sobre ingeniería comercial, aún cuando se sentía muy atraída por el mundo de los negocios.

“Creí que las herramientas que me iban a entregar ahí, las iba a poder tener de otra manera, no estudiando cinco años, sino que el día de mañana podía hacer un máster o algo así que me entregara herramientas básicas. Mientras que diseño no, diseño te estructura la cabeza, te enseña a pensar de manera creativa, te enseña a utilizar métodos de ejecución. Entonces creo que una decisión muy importante que tomé fue haber estudiado diseño y no ingeniería comercial, y lo agradezco hasta el día de hoy”, comenta, reflexionando que es posible trabajar en lo que realmente te apasiona, siempre y cuando estés dispuesto a aprender y a profesionalizarte en eso.

Otra de las decisiones que marcó la vida profesional de Josefa fue la de emprender con su proyecto de título, Palpa, y no buscar un trabajo común, aceptando el desafío de crear un producto profesional y lograr comercializarlo con éxito.

Masificar el autoexamen

La historia de Palpa nace luego de que en 2019 diagnosticaron a una familiar de Josefa, la Jovita, quien sintió una anomalía en su mama, decidió ignorarla y años más tarde se había convertido en un cáncer grado IV.

“Yo tenía un año para desarrollar un tema, un año para investigarlo y diseñar algo. Me dije: si hago algo que me va a aburrir en la mitad, voy a hacer algo pésimo. Entonces este tema de cierta manera me llegaba, me interesaba leer porque podía entender lo que le estaba pasando a la Jovita, entonces sentí que esa investigación era algo que me aportaba a mí también, como mujer”, dice.

Luego de seis meses de investigación y encuestas a mujeres, la diseñadora se dio cuenta de que que hay un porcentaje no menor de mujeres jóvenes que tienen cáncer de mama. “Y estas mujeres, que eran como yo, no pueden hacerse mamografía, entonces solamente se pueden autoexaminar, no porque no te pueda dar cáncer de mama, sino porque tienen un tejido tan denso que la mamografía es poco efectiva”, explica.

En ese momento, Josefa tenía 23 años y sentía el autoexamen como algo muy ajeno para ella y sus amigas, lo que la llevó a preguntarse ¿cómo las mujeres pueden saber cuando están tocando un tumor? Desde ahí comenzó a trabajar los prototipos.

“Nunca se me va a olvidar que el primero fue modelo un natural bra, de esos que se pegan a los vestidos, de silicona. Abajo le puse un tapón de oído encima de un pedacito de madera y yo iba donde la mujer y le decía ‘ya mira, toca esto, ¿encuentras algo?’. Y cuando tocaban ese tapón de oído, que era como un bulto, lo primero que hacían era tocarse a ellas mismas”, recuerda. En ese momento se dio cuenta de que el palpar algo gatillaba esa interacción de querer palpar también en la piel.

El impacto de la tecnología

“La tecnología, en este caso el renderizado, los modelos 3D y la impresora 3D, fue clave en toda la primera parte de Palpa y para el prototipo final, y obviamente también ha sido un gran aporte para que sea exitoso”, reconoce Josefa, quien recuerda que gracias al primer Instagram que le creó al producto, logró llegar a muchas más personas y tener el feedback necesario para seguir expandiéndose. “Sin duda, sin tecnología Palpa no existiría”, asevera.

Igualmente, la CEO señala que durante su formación universitaria tuvo experiencias que la acercaron a las tecnologías que posteriormente necesitaría para su proyecto, como el modelaje 3D: “Creo que eso es lo clave, el saber que existe una herramienta. No la manejaba a la perfección, pero yo sabía que existía eso que podía solucionar mi problema”, recuerda.

Hoy, Josefa cree que la tecnología seguirá impactando más que nunca las decisiones de la startup y por eso trata de mantenerse al día. Sin embargo, asegura que nunca serán una empresa 100% tecnológica: “Creo que hay cosas que sí quiero tomar de la tecnología y hay que aprovechar estas herramientas, pero por otro lado siempre va a existir la parte análoga, entonces creo que Palpa nunca va a dejar esto 100% de lado, nunca va a ser una empresa 100% tecnológica, pero sí hay que complementar con tecnología todo el seguimiento y el acceso a la información”.

Escuchar y delegar: la clave del éxito

“Creo que sé apoyarme mucho en las personas adecuadas para cada tema, porque si bien me gusta el ámbito comercial, no soy experta, no es mi carrera, entonces sé que debo tomar personas como referentes en eso y escucharlas, escuchar mucho para tomar decisiones importantes, pero hasta cierto punto también”, afirma Cortés, vinculando su forma de trabajo al éxito de su startup: “Creo que saber delegar a las personas correctas el trabajo fue lo que finalmente logró que Palpa fuera exitoso”.

Asimismo, la emprendedora cuenta que suele seguir su intuición al momento de tomar decisiones y busca estar tranquila, sabiendo que no va a tomar una opción que la angustie o que no pueda tolerar en el tiempo. Por otro lado, también destaca la importancia de asesorarse con personas expertas y reconocer hasta qué punto cada uno es capaz, y definitivamente entender que los errores no son fracasos.

Ahora, el siguiente desafío es pasar de la venta de empresas al segmento de consumidores particulares (B2C), y está proyectando al mismo tiempo su masificación en otros países. “De acá a cinco años, esperamos tener un capital grande como para poder hacer una alianza y una campaña en un país en donde la mujer de verdad está muriendo muchísimo por cáncer de mama, como en la India o países en África en donde no existe básicamente la mamografía”, concluye.

 

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