La eurozona y el congreso frenan los cambios en la política de la Fed

Los desarrollos en estas dos áreas puede hacer grandes diferencias para los pronósticos de crecimiento de la Fed en 2012.

Por: | Publicado: Viernes 9 de diciembre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Robin Harding en Washington
Es poco probable que la Reserva Federal de EEUU vaya a modificar su política monetaria cuando se reúna el próximo martes, con el futuro de la eurozona aún incierto y el Congreso decidido a postergar las decisiones de política fiscal de 2012 hasta el último minuto.

El resultado en estas dos áreas puede hacer grandes diferencias para los pronósticos de crecimiento de la Fed en 2012, que serán actualizados por los miembros del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, en inglés) -el ente encargado de fijar las tasas-, durante la primera reunión del próximo año, a fines de enero.

Si el Congreso alcanza un acuerdo para prolongar o incluso incrementar los recortes al impuesto a las nóminas, y la eurozona logra evitar un desastre inmediato, entonces el pronóstico del FOMC de un crecimiento de 2,7% en 2012 probablemente será ajustado al alza.

Al menos algunos de sus miembros basaron sus últimas proyecciones en supuestos conservadores de que los beneficios tributarios expirarían.

El potencial para un crecimiento más firme el próximo año, sostenido por una reciente mejora en las cifras económicas, significa que la Fed todavía no está cerca de cruzar la línea que se había fijado para una tercera ronda de alivio cuantitativo. En cambio, el foco de la Fed sigue estando en revisar su política de comunicaciones, aunque es poco probable que haya una decisión final en la próxima reunión. El FOMC está tratando de concordar en dos propuestas principales: una clara declaración de sus objetivos, incluyendo una meta de inflación numérica, y una guía más sencilla sobre cómo espera ajustar su tasa de interés en el futuro.

El FOMC ha tratado y ha fracaso muchas veces antes en sus esfuerzos por establecer una meta de inflación explícita y todavía es posible que vuelva a fallar.

Pero dos de los principales obstáculos han desaparecido. Ahora existe un mayor consenso de que una meta de inflación, por ejemplo 2%, sería un ancla útil en medio de la turbulencia. El gran problema es el mandato dual de la Fed. Algunos miembros más consevadores del FOMC son reacios a aceptar una meta explícita si la Fed no hace lo mismo con el desempleo.

La segunda área de debate es cómo proporcionar una guía clara sobre los futuros cambios en las tasas. La idea es publicar pronósticos de la política monetaria “apropiada” que los miembros de la Fed usan ahora cuando hacen sus estimaciones sobre inflación y crecimiento futuros. Pero algunos miembros temen que estos pronósticos -que pueden variar por un amplio margen- se presten para una mayor confusión.

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