Las sanciones comerciales de Washington a Argentina tendrán un alto costo a largo plazo

El castigo, que ubica al país sudamericano en el mismo grupo con naciones como Siria y Sudán, dañará aún más su reputación con los inversionistas extranjeros.

Por: | Publicado: Viernes 30 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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EEUU anunció el 26 de marzo que su gobierno suspendería los beneficios comerciales a Argentina bajo el Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG). La medida no fue una sorpresa, ya que Washington advirtió repetidas veces que podría sancionar a Argentina por no cumplir las sentencias de un panel de arbitraje internacional que compensó a firmas de EEUU tras largas disputas de inversión. El valor de los bienes que ya no podrán entrar sin impuestos al mercado de EEUU es relativamente pequeño, pero en vista del debilitado superávit comercial de Argentina, la medida sin duda duele y dañará aún más su reputación entre los inversionistas.

Buenos Aires es presionada para cumplir sus compromisos con el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial. El país tiene el mayor número de casos pendientes con la entidad (25 casos). También negó el pago de compensaciones al proveedor de servicios hídricos Azurix (US$ 165 millones) y la firma de gas natural y electricidad CMS Energy (US$ 133 millones) de EEUU, lo que llevó a Washington a suspender los beneficios arancelarios.

Esta la primera vez que un país es eliminado del SPG por no cumplir la sentencia del CIADI. El SPG elimina aranceles para miles de productos de países en desarrollo. Argentina tendrá 60 días para pagar a las firmas antes de que la suspensión se haga efectiva.



Rebelión anti CIADI


Varios países de izquierda en América Latina, en particular Venezuela (enero de 2012), Ecuador (2010) y Bolivia (2007), se retiraron del CIADI, pero Argentina sigue siendo parte. El CIADI es el principal foro internacional para resolver disputas de inversión.

Aunque Argentina aún es parte oficialmente de la Convención del CIADI, el gobierno no pagó las compensaciones y argumenta que las demandas deben presentarse en cortes locales.

EEUU importó US$ 477 millones en bienes de Argentina bajo el SPG en 2011, apenas el 11% de las importaciones totales de EEUU desde el país. Los principales productos fueron uva para vino, carne, golosinas y aceite de oliva. El valor de los aranceles eliminados fue de US$ 17,3 millones en 2011.

Aunque los productos afectados representan una parte pequeña de las exportaciones argentinas, la pérdida de beneficios impactará especialmente en las provincias agrícolas que producen los bienes. El gobierno de la presidenta Cristina Fernández implementa desde 2011 medidas para evitar la erosión del superávit comercial, incluidos controles de importación y restricciones de divisas, pese a que las medidas han provocado roces con sus mayores socios comerciales, como Brasil, Paraguay y Uruguay.

Otro caso que tensa la relación bilateral ocurrió en marzo. En su reporte anual sobre políticas anti narcóticos en el mundo, EEUU citó por primera vez a Argentina como centro de lavado de dinero.

Además, EEUU ha presionado a Argentina para resolver conflictos pendientes con los bonistas de su deuda externa en default desde 2001. Aunque Argentina realizó canjes de deuda en 2005 y 2011, tenedores de bonos por 
US$ 6.000 millones no participaron y exigen compensaciones, lo que ha impedido que el país vuelva al mercado de capitales. Por eso EEUU hace poco se opuso en el BID a otorgar más préstamos a Argentina.

El anuncio de sanciones comerciales de Washington ocurre a semanas de la Sexta Cumbre de las Américas el 14 y 15 de abril en Cartagena, Colombia, donde se debate la cooperación hemisférica.

Las sanciones son un golpe político a la reputación de Argentina por no cumplir las “reglas del juego” y empeorarán el ambiente de inversiones. Sólo otros tres países están excluidos del SPG: Siria, Bielorrusia y Sudán. Sin embargo, dada la dura respuesta oficial argentina a las sanciones por “unilaterales e incomprensibles”, es improbable que Fernández ordene el pago de las compensaciones y la disputa no terminará. De ser así, los costos para Argentina, tanto política como materialmente, finalmente podrían superar el valor de las mismas.

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