Según se comentaba ayer entre los círculos diplomáticos de la UE, Alemania presentará su
candidatura a la presidencia del Banco Central Europeo a cambio de renunciar a
su interés en los nuevos cargos de
Presidente y responsable de Política Exterior de la UE.
Mientras tanto, las autoridades europeas no descartan que la
cena con motivo de la cumbre de líderes de la UE que se celebra hoy, en la que se podrían dar a
conocer los dos nuevos nombramientos, se prolongue hasta bien entrada la
madrugada por falta de un acuerdo entre los veintisiete.
Se han barajado una veintena de nombres para los dos
puestos, aunque el primer ministro belga Herman Van Rompuy, se ha convertido en
el candidato de consenso para asumir la presidencia. En cambio, para el primer
puesto de la diplomacia europea no hay ningún claro favorito.
Aunque Alemania, el estado más grande de la UE, no ha presentado ningún
candidato, el lunes llamaron la atención las declaraciones de Werner Hoyer,
secretario de Estado de Asuntos Europeos en Alemania, que estableció un vínculo
entre los dos puestos y la presidencia del BCE. “Cuando todo esto se haya
resuelto, habrá otros puestos por cubrir y Alemania debería estar en el lugar
que le corresponde”, aseguró.
La presidencia del BCE quedará vacante en noviembre de 2011, cuando el
francés Jean-Claude Trichet se retire después de ocho años en el cargo. Alemania nunca ha ocupado el puesto, a pesar
de su importancia en la elaboración de las políticas de la eurozona.