El dólar cayó un poco este viernes tras datos de inflación sin sorpresas en Estados Unidos, lo que deja por el momento la vía despejada a un recorte de tasas de interés de la Reserva Federal.
La paridad local cerró con una baja de $ 1 hasta los $ 967,2 en las pantallas de Bloomberg, después de tocar pasado el mediodía un piso de $ 963 que es considerado un soporte técnico en el mundo del trading. A nivel semanal subió $ 7,8 y en agosto disminuyó $ 5,9.
Un indicador del dólar global se estabilizó, mientras que el futuro de cobre en la Bolsa de Metales de Londres subió 0,9% para superar la marca de US$ 9.900 por tonelada (US$ 4,49 la libra) por primera vez en cinco semanas, ante las expectativas de próximos recortes de tasas en EEUU.
Intentos fallidos
“En un comienzo parecía que los datos de inflación le podían dar impulso bajista al dólar", dijo a DF el director general de BeFX, Rodrigo Castillo. Sin embargo, "el mercado local está presionado por la posición de los extranjeros, y también creo que está influyendo el programa de compras de dólares del Banco Central, ya que sigue entrando compra todas las semanas y eso genera presión".
La posición de los no residentes lleva un mes rondando los US$ 5 mil millones contra el peso chileno en contratos a plazo. Es común entre los estrategas de bancos extranjeros hablar del peso como una divisa de bajo carry, ya que la TPM está muy por debajo de las tasas de política de otros países latinoamericanos.
"Mientras la posición extranjera no bajen de US$ 5 o US$ 4 mil millones, el tipo de cambio podría seguir intentando romper la zona de $ 965 sin lograrlo, como ya ha pasado dos o tres veces. Podría ser que se esté esperando alguna certeza o confirmación antes de la decisión de la Fed", evaluó Castillo.
Los índices de precios del gasto de consumo personal de EEUU se ajustaron con exactitud a las estimaciones de consenso, con lo que el deflactor subyacente -llamado el "índice de inflación favorito de la Fed"- pasó de 2,8% a 2,9% anual en julio.
Si bien esto marca una leve reaceleración, confirmó las expectativas de que la Fed de todas formas tendrá espacio para bajar las tasas en septiembre. Los operadores contemplan una probabilidad de casi 90% de que esto ocurra, según los precios de futuros y swaps. También descuentan una rebaja adicional antes del cierre de año.
Ayer en la tarde, el gobernador de la Fed Christopher Waller reiteró su apoyo a nuevos recortes, tanto en septiembre como en los próximos tres a seis meses, aunque siempre atento a datos entrantes que permitan validar la relajación monetaria. Junto con la gobernadora Michelle Bowman, Waller fue parte de la minoría que votó por bajar las tasas en julio.