El triunfo de José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial abrió un nuevo escenario político, con una reacción inmediata de los mercados y una lectura constructiva por parte de analistas internacionales.
En un informe conjunto de renta fija y renta variable, el banco suizo Julius Baer destacó que la victoria del abanderado del Partido Republicano, con el 58% de los votos, “marca un decisivo giro a la derecha” y refuerza su visión positiva sobre los activos locales.
Según la entidad, Kast asumirá la presidencia el 11 de marzo de 2026, con una agenda centrada en seguridad, control migratorio y orden público. Entre las prioridades, el informe menciona el combate al crimen organizado, el endurecimiento de la inmigración, la construcción de muros fronterizos y la modernización del sistema penitenciario, incluyendo cárceles de máxima seguridad.
En el plano económico, el Mandatario electo se ha comprometido a reducir el impuesto corporativo desde el 27% al 23% y a recortar el gasto público en USD 6.000 millones durante los primeros 18 meses de su administración.
Con todo, para Julius Baer, el mayor desafío político estará en el Congreso. El documento advierte que Kast deberá gobernar con un Parlamento “profundamente dividido”, en el que su partido no cuenta con mayoría propia, lo que lo obligará a negociar con la centroderecha y con bloques bisagra para sacar adelante reformas estructurales.
Lectura positiva para activos
Pese a ese desafiante escenario, la lectura del mercado es positiva. “Los mercados han reaccionado favorablemente a la victoria de Kast”, señalan los analistas, detallando que el peso chileno se ha apreciado cerca de 2% desde la primera vuelta de noviembre, los spreads de los bonos soberanos se han estrechado y la renta variable local acumula un avance cercano al 8% en moneda local.
En este contexto, Julius Baer mantiene una recomendación de “sobreponderar” las acciones chilenas. La entidad argumenta que la prima de riesgo de la renta variable sigue “muy por encima de los niveles observados durante el último régimen estable (2010–2018)”, lo que ofrece una compensación atractiva para los inversionistas. A ello se suma, según el informe, una exposición limitada de las empresas chilenas a las tensiones comerciales globales y un sólido impulso en las utilidades.
En renta fija, la visión es más cauta. El banco suizo reitera una postura neutral/mantener con sesgo a calidad en los bonos chilenos, en parte por una consolidación fiscal que sería más lenta de lo esperado.
Con todo, el balance final sigue siendo favorable para la moneda local: Julius Baer proyecta que el peso chileno continúe apreciándose en los próximos meses, apoyado en el cambio de expectativas políticas y en la reacción positiva de los flujos financieros.