El repunte de las acciones estadounidenses se detuvo y los bonos del Tesoro se sumaron a una caída global de los bonos antes de la última reunión de la Reserva Federal de 2025. Si bien un recorte es casi seguro, los operadores están cada vez más ansiosos por la trayectoria de las tasas de interés del próximo año.
El S&P 500 cayó 0,5 a las 14:35 hora de Nueva York. Una ajetreada fusión el lunes no logró mejorar el ánimo después de que el Presidente Donald Trump planteara posibles preocupaciones antimonopolio sobre la planeada adquisición por parte de Netflix de los estudios de Hollywood y el negocio de streaming de Warner Bros Discovery, y luego de que Paramount Skydance interviniera con su propia oferta hostil. En este contexto, las acciones de WBD subieron un 5,31% (lo que se suma al avance de 6,84% del viernes), mientras que las de Paramount crecieron 7,23%. Las de Netflix cayeron un 4,08%.
La incertidumbre sobre el ritmo de la flexibilización monetaria en 2026 y la cautela sobre la sostenibilidad de un repunte impulsado por la IA moderaron la confianza. Las acciones estadounidenses se habían recuperado en las últimas semanas después de que algunos funcionarios de la Reserva Federal señalaran su intención de recortar los tipos de interés por tercera vez consecutiva el miércoles.
Los bonos estadounidenses han estado a la baja últimamente, cerrando su peor semana en ocho meses la semana pasada, en medio del nerviosismo sobre el ritmo de los futuros recortes de tipos. Los datos económicos y los comentarios de las autoridades sugieren que es poco probable que la decisión sobre los tipos del miércoles sea unánime, ya que se espera discrepancia. Los bonos del Tesoro estadounidense extendieron sus pérdidas, y el rendimiento a 10 años subió alrededor de tres puntos básicos, hasta el 4,16%.
El Nasdaq 100 cayó un 0,5%, el promedio industrial Dow Jones cayó un 0,6% y el índice MSCI World cayó 0,4%.
También, el índice dólar subía un 0,2%, a 99,18, el yen, por otro lado, descendía de forma generalizada después de que un terremoto de magnitud 7,6 sacudió la región noreste de Japón a última hora del lunes, lo que provocó alertas de tsunami y órdenes de evacuación para los residentes.