Las bolsas de Europa anotan fuertes pérdidas a esta hora,
las que se acentúan con especial fuerza en Madrid. Los temores que sigue causando el delicado
estado de salud de la economía global y las dudas que despiertan todavía las
medidas anticrisis son los principales responsables de estas bajas, a lo que se
suma el cierre en negativo de Wall Street.
En ese contexto, el FTSE de Londres pierde 2,72%, el Dax de
Francfort 2,80% y el Cac de París 2,76%. El mencionado Ibex se desploma 6,09%. La bolsa española, y más concretamente sus principales compañías,
acusan de manera especial la crisis que se cierne de nuevo sobre
Argentina, amenazada incluso por una nueva suspensión de pagos. Valores
como Repsol, Telefónica y BBVA, presentes en el mercado argentino,
lideran unas pérdidas en el Ibex que duplican las del resto de bolsas
europeas.
Los malos resultados empresariales que ayer tiñeron de rojo
a Wall Street, consigna el diario español Expansión, despiertan en el resto de mercados una amarga sensación.
Entre los inversores no se ve claro que esta situación no conlleve una más
delicada en la que las dificultades del sector financiero dejen paso a una
crisis de la economía real.
Una crisis que ya han anticipado distintos organismos y
firmas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió de que todas las
principales economías europeas entrarían en recesión en los próximos meses,
aunque las recientes medidas para aliviar la crisis financiera probablemente
evitaran unas consecuencias aún más drásticas. España no quedó exenta de estos
malos presagios. El FMI vaticinó, a principios del mes de octubre, que España,
después de 14 años consecutivos de crecimiento económico, se enfrenta a 2009
con una previsión negativa del 0,2% que la pondría oficialmente en recesión.
Además, también anticipó que el paro duplicará el de la Unión Europea (UE)
el próximo año.
UBS también alerta de la delicada situación de la economía
global, y va más lejos cuando se trata de España de la que dice ya está en
recesión. Para los autores del informe, la recesión podría durar más de lo
previsto. "Hasta ahora pensábamos que la construcción civil podría
mantenerse, dado que las cuentas públicas estaban en buena forma. Ahora creemos
que podrían estar en riesgo dado el impacto cíclico de la recesión en los
ingresos por impuestos, especialmente si se hace necesario un rescate de los
bancos".