Históricamente, en periodos de incertidumbre global, los inversionistas buscan refugio en una serie de activos, siendo el oro uno de sus favoritos.
Sin embargo, un reciente informe de Deutsche Bank cuestionó el rol defensivo del metal en el corto plazo. Desde 2020, “ha mostrado correlaciones positivas más frecuentes con el S&P 500”, señalando que este patrón “ha dejado de ser excepcional y se ha vuelto recurrente”.
Los datos parecen respaldar esta tesis. De acuerdo con Bloomberg, entre julio de 2020 e igual mes en 2025, el S&P 500 tuvo una rentabilidad cercana a 15% anual (106% acumulado), mientras que el oro subió 12% anual (75% total).
“Esto nos dice que efectivamente la observación de Deutsche Bank es correcta y en estos últimos cinco años, la correlación entre el oro y los activos físicos de la economía caracterizados por el S&P 500 ha sido positiva, lo que contrasta con la visión histórica que teníamos del oro como refugio”, planteó a DF el CEO de GEM Mining Consulting, Juan Ignacio Guzmán.
En su informe, Deutsche Bank agregó que esta correlación le ha restado capacidad táctica en momentos de estrés financiero al metal, señalando que “ha sido menos efectivo como cobertura ante caídas bursátiles”.
Los analistas apuntan que el comportamiento del precio del oro respecto a la renta variable no es estático, y que el metal es más sensible a shocks macros y de liquidez global. “No es poco común experimentar períodos de apreciación del mercado a la par del oro”, sostuvo el head of consulting de Plusminnign, Matías Marañón.
Agregó que, en el periodo de cinco años, se han evidenciado una serie de episodios donde el metal se mueva a la par del índice bursátil. Entre los más claros destacó: “tras el shock inicial de la pandemia, durante 2020-2021 el oro subió junto con las acciones en un entorno de política monetaria expansiva y tasas reales negativas. Algo similar ha ocurrido en el rally más reciente”.
Horizonte de largo plazo
A pesar de esto, la tesis de los analistas del mercado continúa insinuando que en los horizontes de más largo plazo el oro sigue cumpliendo con su rol diversificador y de refugio.
Al cierre de esta nota el metal cotizaba en US$ 4.174 por onza, mientras que el S&P 500 se ubicaba en 6.812 puntos.
Bancos centrales
Existe un gran lider en cuanto a la tenencia de oro: los bancos centrales mundiales. “Desde 2022, los bancos centrales empezaron a acumular grandes reservas de oro. En los últimos tres años han sido los grandes compradores”, aseguró Guzmán.
A juicio de Marañon, se trata de un segmento “insensible al precio”, donde destacó a bancos centrales de China, Turquía, India y Polonia como grandes compradores.
En contraste, los ETF que replican el rendimiento del metal han permanecido débiles. “Han mostrado flujos más bien débiles e incluso salidas netas en algunos periodos”, aseguró Guzmán, lo que evidencia que los inversionistas financieros no han ampliado sus posiciones, “justamente por la correlación del metal con la economía”.
Deutsche Bank proyecta un escenario alcista para el oro: podría ubicarse en US$ 4.000 por onza hacia 2026.