Las garantías acordadas finalmente por los gobiernos de
Bélgica, Francia y Luxemburgo sobre los planes de Dexia de reforzar su capital
consiguen alejar los peores augurios, y permiten el primer respiro bursátil de
la semana para la entidad financiera, desplomada cerca de un 40% esta semana.
El brusco cambio de tendencia se ha desencadenado a raíz del
acuerdo alcanzado entre los gobiernos de Bélgica, Francia y Luxemburgo para
ofrecer sus garantías en los planes (casi inevitables) de Dexia de recaudar
4.500 millones de euros, con los que pretende sanear sus debilitadas cuentas.
El respaldo de los tres gobiernos disipa claramente el
pesimismo con el que el mercado contemplaba la intención de Dexia, en plena
crisis crediticia, de obtener una cuantía de esta magnitud.
El Gobierno de Luxemburgo ha explicado sobre este acuerdo a
tres bandas que "hemos concluido que el principal problema de este banco
sólido es obtener suficiente liquidez en el mercado. Por el momento, entre los
planes no se contempla la posibilidad de la venta de activos del banco.