El gobierno ingresó ayer a trámite legislativo el proyecto que crea el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), una entidad que ya operaba, pero sin la fuerza de ley.
El CEF, que está conformado por el ministro de Hacienda, los superintendentes de Bancos, Pensiones y Valores y Seguros, además del presidente del Banco Central, busca contribuir a la supervisión del riesgo sistémico en la economía, permitiendo que las autoridades compartan información y coordinen sus tareas de fiscalización. Del mismo modo, pretende avanzar en la fiscalización de los conglomerados financieros.
La iniciativa contempla cuatro perfeccionamientos: el primero establece la obligación de cada superintendencia de procurar una coordinación efectiva con los demás órganos regulatorios. En segundo término, se le otorga a las superintendencias facultades para solicitar a las entidades fiscalizadas antecedentes sobre la situación financiera de todas aquellas personas o entidades que pertenezcan a su mismo grupo empresarial, así como información conducente a determinar las relaciones de propiedad o control y operaciones entre ellas. “Esto resulta coherente con el enfoque de supervisión basada en riesgo (…) Estas facultades permitirán avanzar hacia un adecuado monitoreo de los riesgos a la estabilidad del sistema financiero provenientes de los conglomerados financieros”.
Un tercer perfeccionamiento le otorga a los integrantes del Consejo facultades legales para compartir información, no sólo entre sus titulares, sino también los grupos de trabajo y a la secretaría técnica. Actualmente, las leyes orgánicas de las superintendencias contienen prohibiciones de compartir información para sus funcionarios e incluso sanciones penales. Por último, se otorga temporalmente el carácter de reservado a todas las deliberaciones e informes del CEF, así como a los análisis técnicos y estudios que se reciban o generen de éste, sus grupos de trabajo y secretaría técnica.
Sin embargo, el CEF podrá difundir inmediatamente los informes que elabore y la información que genere “cuando resuelva que ello incida en el cumplimiento de su objetivo y funciones. Por lo cual, el Consejo de Estabilidad Financiera propenderá a la máxima divulgación que considere posible, para dar cumplimiento a los principios de publicidad y transparencia de la información pública, sin provocar efectos perjudiciales en el mercado”.
Fundamentos de la iniciativa
En el proyecto de ley, el gobierno subraya la intensa transformación que han experimentado los sistemas financieros a nivel global y en Chile, ya que nuestro país exhibe alta presencia de compañías transnacionales, una línea divisoria cada vez más difusa entre los diversos productos disponibles y una creciente relevancia de los conglomerados financieros. “En particular, existe consenso en que el paradigma tradicional de regulación netamente sectorial debe ir
dando paso a una mirada de supervisión más integrada y coordinada entre los principales reguladores de distintas industrias del sector financiero”.
El proyecto consigna que los cambios vividos en la industria implican un incremento en los riesgos sistémicos, es decir, aquellos que afectan al sistema financiero en su conjunto. “La creciente complejidad de los productos financieros, junto con la aparente similitud entre algunos de ellos, puede traducirse en vacíos, traslapes o arbitrajes regulatorios. A su vez, la mayor presencia de los conglomerados financieros implica una mayor interdependencia entre los participantes del mercado. Ello como resultado de sus relaciones comerciales, de propiedad, o de su exposición a factores comunes de riesgo, elementos todos que incrementan la probabilidad de ocurrencia de problemas a los que el conjunto del sistema financiero pueda quedar expuesto”.
Según el documento, la mitigación de estos riesgos sistémicos debe ser el principal objetivo de un modelo de regulación y supervisión financiera por que la inestabilidad de los sistemas financieros, al reducir la disponibilidad de crédito y capital, tiende a trasladarse con gran facilidad al resto de la economía.
Orgánica de la entidad
El Consejo será presidido por el ministro de Hacienda, y junto con él participarán los superintendentes de valores y Seguros, Bancos y Pensiones. Pero la entidad contará además con la asesoría permanente del Banco Central, para lo cual su presidente podrá participar en todas las sesiones “con derecho a voz y a imponerse de toda la información y materias que se analicen en el Consejo”.
La institucionalidad funcionará en la Secretaría y Administración General del Ministerio de Hacienda, la que proveerá su Secretaría Técnica.
Superintendencias
Las superintendencias podrán requerir a las entidades sujetas a su fiscalización antecedentes sobre la situación financiera de todas aquellas personas o entidades que pertenezcan a su mismo grupo empresarial, así como información conducente a determinar las relaciones de propiedad o control y operaciones entre ellas.
Hacienda: A la cabeza del CEF
El CEF quedará bajo la dependencia del Ministerio de Hacienda, y el ministro de esta cartera se desempeñará como presidente de la instancia. De hecho, funcionará en la Secretaría y Administración General de ese mismo ministerio.
Banco Central: asesor permanente
El Consejo contará con la asesoría permanente del Banco Central en todas las materias que digan relación con sus funciones, para lo cual el presidente del instituto emisor podrá participar en todas las sesiones del CEF, con derecho a voz y a imponerse de toda la información y materias que se analicen. Asimismo, podrá efectuar análisis o estudios para monitorear la estabilidad del sistema financiero.