El escándalo financiero desatado al interior de La Polar no sólo puso en tela de juicio a su directorio y al cuerpo administrativo del retailer. Es que las empresas de auditoría externa y las clasificadoras de riesgo también han sido apuntadas como responsables, aunque se está a la espera que se conozcan cuán involucradas realmente están en el caso que afecta a la multitienda.
De hecho, tal como lo adelantó Diario Financiero, la Superintendencia de Valores y Seguros decidió ampliar la aplicación del nuevo modelo de supervisión basado en riesgo a ambas industrias, además de los emisores con el objetivo de reducir los riesgos de incumplimiento normativo. Al respecto, altos ejecutivos de dos agencias de rating del país se refieren a las implicancias que este caso tendrá para la industria de las clasificadoras de riesgo. Por paula gallardo y daniela morchio
Humphreys: “Las clasificadoras de riesgo no trabajamos sólo con información pública”
Aldo Reyes, gerente general de la compañía.
Aunque destaca que nunca debieron clasificar los instrumentos de La Polar, el gerente general de Humphreys, Aldo Reyes, no está ajeno al escándalo que remueve al retailer. Es que “uno pone atención en los mercados y aprende de las experiencias de otros”, señala, a la vez que lo sucedido reafirma su confianza en la metodología aplicada por la clasificadora. Y pese a que no están involucrados en el caso, el ejecutivo mira con buenos ojos el anuncio del regulador de aplicar el nuevo modelo de supervisión a las agencias de rating.
- ¿Se pueden defender las clasificadoras al señalar que trabajan con información pública?
- Eso es verdad, pero las agencias no trabajamos sólo con informacion pública. La Ley de Valores nos faculta a pedir información de carácter reservado si se considera estrictamente necesario. Sin embargo, trabajamos con el principio de la buena fe, descansamos en que la empresa auditora hizo bien su trabajo con los estados financieros. El resto de la información que solicitamos, asumimos que es verdadera.
- ¿Cuáles son las lecciones que entrega este caso?
- El mercado debe reconocer que los riesgos existen y muchas veces no son visualizables a través de los estados financieros. Una adecuada evaluación no puede olvidar el riesgo operativo y para ello, hay que acercarse a la compañía, tener un conocimiento mayor de ella, lo que implica conocer los procesos de originación y aprobación de créditos, de las políticas de repactación y de provisión, que no son aspectos que se pueden deducir de los estados financieros.
- ¿Qué buenas prácticas deberían aplicar las agencias?
- Lo que se debe fomentar es la transparencia. Esto significa ser capaces de explicar a todos los medios cuál fue la metodología y aspectos que se evaluó. Segundo, justificar en forma razonable y profesional el por qué de un rating, para que el mercado se de cuenta de si hay aspectos que no estoy evaluando. Lo importante es que si una empresa es categoría A, no se debe ser muy blando para colocarlo en doble A. Tampoco nos debemos cuidar las espaldas y ser tan precavidos para así clasificarlo en triple B. Lo que importa es reflejar el real riesgo de una compañía.
- ¿Cómo reciben la decisión de la SVS de ampliar la SBR a las agencias de rating?
- Como sistema va a poder permitir que se lleven a cabo algunas prácticas que siempre hemos considerado como adecuadas. Además, permite generar una base más solida para un mercado que necesariamente se va a ir sofisticando.
- ¿Es injusto que no se individualice a las clasificadoras involucradas?
- Sí, creemos que es injusto porque queremos que se nos evalúe por nuestro trabajo específico y particular. Llevamos 23 años en el mercado y nunca hasta ahora un bono que hemos clasificado en grado de inversión posteriormente ha caído en default, inclusive los bonos securitizados.

ICR Chile: “Las agencias de rating debieran converger a hacer preguntas más perspicaces”
Álvaro Clarke, presidente de la entidad clasificadora.
Para el presidente de ICR Chile, Álvaro Clarke, las lecciones que deja el caso que afecta a la multitienda son claras y dirigidas principalmente a las gestión que debe ejercer el directorio dentro de las compañías.
Un paso fundamental que permitirá profundizar en esta enseñanza es el nuevo enfoque de supervisión basada en riesgo (SBR) anunciada por la Superintendencia del área y que permitirá determinar con claridad la labor de los más altos ejecutivos.
- ¿Cuál es la principal enseñanza que el mercado de valores debe internalizar?
- Una buena parte de la solución a los problemas que han salido a la luz pública a raíz de este caso tiene que ver con un rol más profesional de los directorios. Es clave que las instancias de control de las compañías -tanto internas como externas- funcionen a nivel de directorio.
- ¿Debería redefinirse el rol de los directores?
- Es que la primera instancia de control en el sistema son los directores. De eso depende todo. Si no se sigue esa regla o ese procedimiento, todo se desordena. Es el directorio el que ejerce la labor de monitoreo dentro de la compañía. Ahí está el eje, no en más regulación.
- ¿Qué buenas prácticas debe aplicar tanto el directorio como las clasificadoras?
- Una buena práctica es que los directores se reúnan con las clasificadoras de riesgo de manera privada, pero no es una práctica común. De hecho, está explícita en un conjunto de manuales de buenas prácticas, porque son instancias de control.
- ¿Qué rol le corresponde entonces a las clasificadoras?
- Este tipo de servicio debiera definirse con todo detalle para que se resguarde el bien público. Debe quedar bien delineado cuáles son los estándares mínimos para que no sean tan fácilmente modificables por la demanda privada. Las clasificadoras debieran converger a hacer preguntas más perspicaces.
- ¿Vía reforma legal?
- Para auditoras y clasificadoras de riesgo.
- ¿Qué rol tiene la SBR en este sentido?
- La última norma de seguros es uno de los mejores documentos -en términos de normativa complementaria- para efectos de definir las responsabilidades que debe tener el gobierno corporativo de la compañía. Con esa norma, todo apunta a que ningún director va a poder decir que no sabía lo que estaba pasando. Esto, porque la ley define las responsabilidades y los obliga a tomar determinadas decisiones, a definir ciertas políticas. No porque el directorio lo decida, sino porque la ley les exige que se tomen políticas.
- ¿Cómo se aplica eso a las clasificadoras?
- Es un enfoque moderno, en donde se explicitan ciertos riesgos, los mecanismos para mitigarlos y, en base a eso, se relaciona la carga supervisora que va a ser aplicada. Me parece que es un paso que va en la dirección correcta para el caso de los agencias de rating y las empresas auditoras.