Las acciones de Royal Dutch Shell y British Petroleum (BP) fueron protagonistas ayer en el mercado bursátil de sus respectivos países. Ambas acabaron con avances superiores al 4%, impulsadas por los rumores sobre una posible fusión.
La anglo-holandesa Shell cerró con una subida del 4,1%, mientras que la británica BP repuntó 4,6%. Las órdenes de compra se multiplicaron durante la sesión sobre las acciones de ambas. Los inversionistas dieron credibilidad a una versión que apunta a la adquisición de BP por parte de Shell.
Ambas compañías declinaron hacer declaraciones, pero la euforia se disparó en la Bolsa de Londres y alcanzó incluso a Shell, cuando generalmente la compañía que compra suele ser penalizada en el mercado.
Con el repunte de ayer, ambas petroleras se han recuperado de las pérdidas sufridas en las sesiones previas como consecuencia del desplome que sufre precio del crudo desde que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidiera mantener su actual producción.